El sorpresivo cambio del secretario de Agricultura, con la salida de Julián Echazarreta y la llegada de Jorge Solmi a ese puesto, significó también un realineamiento de las preferencias del gobierno de Alberto Fernández en su relación con las entidades agropecuarias. Echazarreta era un hombre histórico de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), enrolada en Coninagro. Y Solmi es un dirigente de Pergamino ligado a los sectores más críticos de la Federación Agraria.
Es visible en este giro, y sin esforzarse demasiado, un cambio de los matices de la política agropecuaria que conducen el ministro de Agricultura, Luis Basterra, y su jefa de Gabinete, Diana Guillen, con una suerte de corrimiento hacia un Estado más dispuesto a intervenir y menos proclive a conciliar con los dirigentes actuales de la Mesa de Enlace. Echazarreta, por cierto, era un dialoguista y se opuso a medidas como el cierre de las exportaciones de maíz de fin de 2020. Solmi, en cambio, proviene de las filiales del combativo distrito 7 de la FAA, que reclaman políticas más activas a favor de políticas de segmentación a favor de los pequeños chacareros. Hace rato que estaba peleado incluso con la actual conducción de su entidad.
El viernes pasado, Basterra, Diana Guillen y el propio Solmi (actual viceministro de Agricultura), dieron pruebas concretas de este nuevo alineamiento, al visitar en patota la la planta de Agricultores Federados Argentinos (AFA) en la localidad de Rueda, en el sur de Santa Fe. AFA es la otra gran cooperativa agrícola que tiene el país, y ha estado históricamente ligada a la Federación Agraria, aunque -como Solmi- estaba alejada de la conducción.
Una gacetilla de prensa del Ministerio de Agricultura mostró a un Basterra muy elogioso para con AFA y su vocación de diálogo con el actual gobierno. “Cuando tenés un interlocutor que vivencia cotidianamente la posición de su representado, el diálogo es franco”, afirmó el ministro. Y agregó: “Por eso es importante respaldar proyectos como éste, que invierten en una economía regional con posibilidades”.
En el último párrafo de ese parte oficial, se dio cuenta de una segunda actividad realizada por la plana mayor del Ministerio de Agricultura ese mismo día, pero sin entrar en detalles: “Luego del encuentro en AFA, Basterra, la comitiva del Ministerio y la senadora María de los Ángeles Sacnun participaron de un almuerzo con pequeños productores de la zona”
Por suerte, los propios productores se ocuparon de enviar su propia gacetilla. Se presentaron como la Filial Regional Sur de Santa Fe de la propia FAA. Sus referentes más visibles son Daniel Bongiovani, Fernando Príncipe y Cristian Tato Roca. Los acompañaron varios presidente comunales de esa zona y del norte bonaerense, incluido el Intendente de Villa Constitución.
Decimos “por suerte” porque lo que omitió el comunicado del Ministerio sí fue expresado por los propios federados que participaron del encuentro con el ministro y con Solmi, quien hasta hace poco tiempo militaba en sus propia filas. Esto permite saber que los chacareros del sur santafesino y el norte bonaerense mantienen intacta su agenda de reclamos, a pesar de que uno de los suyos haya pasado a desempeñarse en un alto cargo.
“Chacareros del norte de Buenos Aires y del sur de Santa Fe tuvieron un mano a mano sincero y respetuoso, donde el ministro escuchó de propia voz de los productores la situación y las inquietudes del sector”, relató esta segunda gacetilla. Allí, el mencionado Bongiovani explicó: “Para nosotros es importante la presencia del ministro, estamos ante una cosecha magra y había que poner en agenda temas centrales que hoy están invisibilizados y que merecen debatirse y atenderse”.
Sabemos entonces que la agenda que los nuevos aliados políticos del ministro formoseño y su jefa de Gabinete -ligada directamente al Instituto Patria de Cristina Kirchner- es la siguiente:
- Profundizar el esquema, corregir detalles y agilizar el pago del Fondo de compensaciones y segmentación de las retenciones agropecuarias como mecanismo de diferenciación de los actores que conforman el sector
- Impulsar la diversificación productiva financiando la siembra de cultivos regionales.
- Apostar al agregado de valor transformando granos en carne vacuna o porcina
- Afianzar el arraigo con planes de conectividad y mantenimiento de caminos rurales
- Contemplar un nuevo régimen de contratación eventual de trabajadores del sector
- Líneas de financiamiento crediticia que contemple a los pequeños productores
- En lo inmediato, la declaración de emergencia agropecuaria provincial de la zona por estrés hídrico.
“Además, muchos de los presentes le solicitaron al ministro el urgente debate del uso de la tierra y el arrendamiento rural como principal elemento de desaparición de chacareros y concentración de la producción”, se extendió la comunicación de las filiales díscolas de la Federación Agraria.
Aquí, en esta segunda comunicación, aparecen otras declaraciones diferentes de parte de Basterra, elogiando a los chacareros. “Se ve cuando la institucionalización de los reclamos tiene representación genuina. Esta es una filial que siempre apostó al diálogo como método de construcción y entendió que hay otra Argentina y que quedo en el pasado la confrontación y la división de la sociedad. Los productores tienen que pedir y demandar para que nosotros hagamos política que beneficie al conjunto”. Basterra prometió tomar estos temas como una nueva “agenda de trabajo”.
Buenísimo. Esperaremos…