El pasado 12 de diciembre se registró en buena parte de la zona central de Argentina una tormenta compuesta de fuertes vientos, precipitaciones y granizo.
En el ámbito rural, estas tormentas suelen dejar zonas con pérdidas en los cultivos, como sucedió en 9 de Julio, al oeste de Buenos Aires, donde maíces y sojas recién sembradas sufrieron los embates de ese evento climático.
Según relevó la Sociedad Rural de 9 de Julio, la tormenta abarco un aérea de 40.000 hectáreas, de las cuales unas 7.000 has fueron mayormente afectadas, gracias a los datos aportados por instituciones de la zona. Las zonas del El Tejar y Naón fueron entre las más afectadas y de las cuales se relevaron 4.000 has que presentan daños totales, mientras que las hectáreas restantes sufrieron daños de distinta magnitud.
Se estima que de estas 4.000 hectáreas, un 50% representa al cultivo de soja de primera, el 20% al maíz, 10% girasol y el 20% del trigo, listo para cosechar. “Este evento representa un duro golpe para los productores locales, quienes deberán evaluar las estrategias para enfrentar las pérdidas económicas y la afectación en los ciclos productivos”, dijeron desde la entidad ruralista de la zona.
Los mismos productores hicieron la cuenta de las pérdidas, y al respecto comunicaron: “Con los valores actualizados para los cultivos en USD por tonelada y tomando rindes promedios de la zona, recalculamos las pérdidas económicas de las 4.000 hectáreas relevadas con daños totales en un total aproximado de 3.928.000 USD. Las pérdidas ocasionadas por el granizo ponen de manifiesto los riesgos inherentes a la actividad y la gran inversión que realiza cada productor en cada campaña. La agricultura, a pesar de ser fundamental para la economía regional y nacional, está expuesta a riesgos climáticos que pueden poner en jaque toda una temporada productiva”.