Desde la semana pasada –tal como anticipó Bichos de Campo– se vienen sumando pedidos orientados a liberar la distribución interna de biodiésel para frenar el grave faltante de gasoil que está retrasando y algunas zonas directamente paralizando la cosecha y el transporte de la cosecha de granos gruesos (entre otros muchos productos).
Ahora es la propia Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), que agrupa a las principales compañías elaboradoras del biocombustible, la que solicitó al gobierno de Alberto Fernández que recurra al producto nacional para salir de la situación de emergencia.
“Argentina puede sustituir rápidamente y a precios competitivos el faltante de gasoil derivado de la escasez y el aumento de precios causados por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania”, apuntó Carbio por medio de un comunicado.
Estimaciones de consultoras especializadas calculan que, a valores actuales de energía, Argentina deberá importar aproximadamente 13.500 millones de dólares durante el 2022 entre GNL, gas de Bolivia, gasoil y fuel oil para usinas y transporte y naftas para vehículos, concentrados principalmente entre mayo y septiembre.
“Esto se podrá ver agravado según la evolución del conflicto en Ucrania que, ante la posibilidad de extenderse en el tiempo podrá provocar un mayor desabastecimiento de energía a nivel mundial, y una puja desigual con los países importadores más desarrollados”, explicó Carbio.
La entidad recordó que la Argentina cuenta con una capacidad de producción de 3,9 millones de toneladas de biodiésel, concentradas principalmente en la provincia de Santa Fe, y que actualmente el país tiene ociosa casi un 60 % de su capacidad de producción de biodiesel.
“Contamos con una capacidad de producción que lamentablemente se encuentra ociosa, ya que no podemos abastecer el mercado interno porque la legislación nacional nos excluye; con una simple resolución podemos salir a abastecer todo el déficit de gasoil a precios de mercado”, dijo Luis Zubizarreta, presidente de Carbio.
Argentina cuenta con disponibilidad de materia prima y una capacidad de producción de biodiesel para sustituir más de un millón de toneladas de importaciones de gasoil con un producto 100% de fabricación nacional.
Los estándares vigentes para la producción de biodiesel establecidos para un corte del 10% y las experiencias en el uso del biodiesel puro (B100) muestran la capacidad técnica del biodiésel para poder sustituir al gasoil en el transporte en porcentajes altos. Además, contribuye con la salud al ser más amigable para el ambiente.
Ante esto, la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO) le propuso al gobierno nacional la semana pasada que se establezca por resolución de la Secretaría de Energía que, más allá del corte obligatorio vigente del 5%, las empresas mezcladoras puedan usar biodiesel hasta un máximo del 20%.
“Este adicional deberá ser consecuencia de mercado libre de oferta y demanda en la que podrán participar todas las empresas productoras de biodiesel registradas en Argentina, de manera de asegurar el abastecimiento en las mejores condiciones posibles de calidad y precio para el consumidor”, especificó Zubizarreta.