Al ingeniero agrónomo Martín Favre, las corrientes de la regeneración y el manejo holístico lo encontraron luego de años de trabajar como asesor en empresas agropecuarias convencionales, tanto agrícolas como tamberas, en la zona centro de Santa Fe.
Si bien creía que estaba aplicando la mejor tecnología disponible al proceso productivo, el profesional arrastraba una incomodidad para la que no veía solución. Eso cambió luego del 2020, cuando realizó un curso en manejo holístico, que le permitió mirar fuera de la caja.
“Estaba bastante incómodo con el sistema de producción en el que veníamos, porque veía que desde el punto de vista de nuestros recursos, sobre todo del suelo, nuestro sistema no evolucionaba y al contrario, se degradaba. Eso me llevó a una búsqueda de varias cosas y lo que encontré fue el curso de manejo holístico, donde empecé a ver el sistema de una forma distinta”, relató Favre en una charla con Bichos de Campo.
“El click fue cuando hice el ejercicio de mi contexto holístico, que es donde vos realmente te preguntás por tu propósito en la vida y definís un paisaje futuro en donde querés trabajar. Y al paisaje donde yo todos los días iba a trabajar no era el que había descripto en mi paisaje ideal. Eso tenerlo bien claro desde 2020 me permitió en 2021 dar un salto al vacío en la carrera de asesor”, contó a continuación.
Aquel saltó implicó dejar atrás toda una vida de trabajo anclada en la formación convencional que adquieren muchos agrónomos en la universidad, e incluso suspender asesorías en planteos donde la tecnología de insumos aplicada era tal que no podía revertirse fácilmente.
Fue así que cuando se creó la red de nodos de Ovis 21 en 2021, el asesor decidió participar de la creación del nodo Perennia en Santa Fe, que tuvo su primer procedimiento de planificación de pastoreo el 15 de septiembre de ese año.
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“Hoy podemos decir con mucho orgullo que hay 96 establecimientos y 86.000 hectáreas que están haciendo manejo holístico, haciendo monitoreo ambiental, algunos han entrado en programas de carbono, y estamos formando lo que queremos: una comunidad regenerativa en Santa Fe”, dijo Favre.
Y añadió: “Yo quiero estar haciendo esto, quiero estar llevando este mensaje a quien lo quiera escuchar, a quien lo quiera poner en práctica. Y si esa puesta en práctica le da un resultado económico y ambiental, y mejora la salud emocional y física de las personas, estaré cumpliendo mi propósito”.
-¿Sentís que el mensaje pegó entre los productores o fueron reticentes a los cambios?- le preguntamos.
-La regeneración empieza siempre por la cabeza. Si uno no tiene una curiosidad o una incomodidad por lo que está haciendo, sea económica o sea una inquietud ambiental, es muy difícil que quiera indagar en esto. Siempre nosotros trabajamos sobre esto de decir: ¿estás verdaderamente cómodo con lo que estás haciendo? ¿Tenés algún problema social, económico o ambiental que te esté preocupando? Bueno, tratemos de hacer ese abordaje y ver si este sistema da respuesta. Pero no podemos entrar por la forma tradicional. Generalmente la tecnología se propone como che, si vos fertilizás con esto vas a obtener tanto y tiene un costo determinado, pero tiene más ingreso, por lo tanto tenés más ganancias. Esa no es la forma en la que funciona esto.
-¿No hay receta? ¿Es una cuestión de tecnología de procesos?
-Es tecnología de procesos y es estar dispuesto a recorrer el camino con todos los escollos. No decimos que es un camino de rosas, hay que hacer adaptaciones y hay que ajustarse al contexto, a lo que quieren las personas y la familia que está llevando adelante esa empresa.
-¿Cómo te manejás con la cuestión de la rentabilidad, que es uno de los principales miedos que juegan cuando se inicia en esto?
-Midiendo. Nuestra propuesta es una de mejora holística, es decir, miramos producción, miramos números, miramos el ambiente y miramos cómo están las personas dentro de su entero. Pero no podemos mirar solo números, porque por más que estén, si el ambiente y las personas van mal, en algún momento vamos a tener problemas con ellos.
“Hoy la mayoría de los productores que se nos acercan no es que estén interesados en la regeneración. Están haciendo lo que propone la ciencia convencional y están mal en los números. Nos pasa con los tambos, nos pasa con muchos planteos ganaderos, ni hablar con los planteos agrícolas. Esto no es una solución mágica, hay que ver muy bien cuál es el motivo por el cual llegaron a eso. Nosotros estamos ahí justamente para sentarnos a analizar el problema juntos y ver las salidas. La diferencia es que nuestras salidas miran fuera de la caja. A veces nos encerramos en una sola forma de razonar, estamos atrapados y no vemos que la soluciones están al alcance de la mano”, agregó Favre a continuación.
-Y esto empieza a ser algo también muy demandado por los consumidores.
-Y nosotros como humanos conscientes nos lo tenemos que exigir, porque la verdad es que al camino que vamos, nuestros nietos no van a poder disfrutar del ambiente que nosotros estamos disfrutando. Entonces nuestra propia conciencia tiene que ser el motor del cambio.