El mundo está lleno de rarezas que son rarezas justamente porque no se pueden explicar.
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la entidad agropecuaria que más ganaderos agrupa en todo el país, confirmó formalmente su alejamiento de la Mesa de las Carnes, un ámbito que debería discutir la política ganadera.
El coordinador general (léase Presidente) de esa Mesa de las Carnes es un hombre del riñón de CRA, el pampeano Dardo Chiesa, quien se quedará en el cargo a pesar de que su organización anunció que dejaba el bloque conformado por más de treinta entidades de esa cadena productiva. Chiesa fue presidente de CRA hasta 2017 y previamente había sido presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) como representante allí de CRA.
Pero el que sí será reemplazado será uno de los dos coordinadores técnicos de la Mesa de las Carnes, que era un técnico proveniente también de CRA. Se trata de Matías Lestani, quien hace unos días sorprendió dejando su puesto en la entidad y pasando a ocupar el cargo de secretario de Agricultura de la Nación, secundando a Julián Domínguez.
La Mesa que dejó CRA y que seguirá presidida por un hombre de CRA buscará ahora un reemplazo para el técnico de CRA. El otro coordinador técnico de la Mesa es David Miazzo, de la Fundación FADA.
Bichos de Campo había anticipado esta historia: desde la semana pasada que los dirigentes rurales que integran CRA han decidido abandonar todos los espacios que consideran funcionales a la estrategia del gobierno de desgastarlos y dividir el frente agropecuario, para establecer a partir de allí políticas que finalmente son perjudiciales para los productores.
Por eso anunció de entrada su retirada del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), casi en simultáneo con la Sociedad Rural Argentina y Federación Agraria. La cuarta pata de la Mesa de Enlace, que es Coninagro, aclaró que permanecía pues iba a priorizar la posibilidad de diálogo. Su presidente, el mendocino Carlos Iannizzotto, hoy aclaró que el mismo criterio conciliador utilizarían para mantenerse en la Mesa de las Carnes.
En este berenjenal de mesas y consejos, lo que queda claro es que el ruralismo se está abroquelando porque se ve venir una nueva etapa de confrontación con el gobierno kirchnerista, que se corporizó no solo con la consolidación del cepo a la exportación de carne hasta fines de 2023, la formalización de los cerrojos a la exportación de trigo y maíz, y la amenaza de un fideicomiso que transfiera recursos de los productores de granos hacia molinos harineros y empresas avícolas.
En CRA están convencidos que seguir en el CAA era como estar “durmiendo con el enemigo”. Por eso plantaron la retirada. En el caso de la Mesa de las Carnes, un espacio que nació en 2015 justamente para enfrentar las trabas a la exportación de carne vacuna, esta mañana plantearon que solo podrían permanecer allí si esta Mesa abandonaba también el CAA. Como muchos se hicieron los distraídos, por la tarde el presidente de CRA, Jorge Chemes, mandó oficializar este segundo divorcio.
La pregunta es por qué CRA no ordenó también a Chiesa a renunciar al cargo de coordinador general de la Mesa de las Carnes, que ocupa desde la llegada al gobierno de Alberto Fernández. La respuesta es sencilla: desde hace rato que el pampeano, que proviene de Macachín, dejó de responder a la conducción de la entidad que le dio impulso. Mucho más evidente ahora es el caso de Lestani, que directamente pasará a integrar supuestas filas enemigas.
En la reunión de esta mañana, que fue virtual pero muy concurrida justamente por este cisma, Chiesa se apoyó en sectores que claramente prefieren mantenerse dentro de la Mesa y que expresan una visión dialoguista, en especial para con el ministro Domínguez, temerosos de que si este funcionario pierde preponderancia se impongan ideas más extremistas de intervención desde la Secretaría de Comercio Interior.
Entre estos sectores dialoguistas figuran casi todas las entidades de la industria frigorífica -que esta misma tarde estuvieron negociando con el flamante jefe de Gabinete de Domínguez, Jorge Ruiz, sobre “detalles” confusos del nuevo cepo exportador que debutó en enero-, los avícolas, los productores de cerdos y los feedloteros. Todos ellos propiciaron mantener los pies dentro del plato y ver cómo evolucionan las cosas. En ese marco fue que Chiesa convocó a una nueva reunión presencial para febrero y hasta se decidió lanzar una convocatoria para buscar un reemplazante para el ex coordinador Lestani.
Cuando la discusión amagó subir algo de todo, fue Juan Eiras, de la Cámara Argentina del Feed Lot, quien remarcó la última y mayor rareza de esta saga de cosas extrañas. Fue cuando preguntó por qué se supone que debían seguir los pasos rupturistas de la Mesa de Enlace si este bloque -y no el resto de la cadena- había sido el que negoció mano a mano con Domínguez algunas condiciones para el nuevo cepo cárnico, como la exclusión de la vaca conserva.
El mundo está lleno de rarezas que son rarezas justamente porque no se pueden explicar.