Dice un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) que “el sector de la producción porcina en nuestro país continúa exhibiendo una gran dinámica, con un crecimiento ininterrumpido en los últimos años. Principalmente apuntalada por la rápida adopción de la carne de cerdo dentro de los hábitos alimenticios de los argentinos, la producción local viene experimentando un notable incremento en las últimas décadas”.
En este escenario, la mejor noticia es que luego de lograr faenar en 2022 un total de 7,7 millones de porcinos, lo que representó un récord absoluto, el país se dirige en 2023 a seguir batiendo marcas.
El año pasado la producción total de carne porcina alcanzó 723.380 toneladas (res con hueso equivalente), mostrando un incremento del 4% desde 2021. Pero en la comparación con la última década, la Argentina más que duplicó su producción de carne de cerdo. En una mirada más lejana, “la multiplicó por 5 en los últimos 20 años”.
Para este año, según las proyecciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), el sector local “se encamina a batir un récord este año, pudiendo alcanzar la producción de 760.000 toneladas de carne (res c/ hueso equivalente)”.
Por ahora viene bien perfilado, ya que “en el primer cuatrimestre de este año, se faenaron 2,56 millones de cabezas de porcinos, alcanzando una producción cercana a 240.000 toneladas de carne; esto se ubica ya un 7% por encima del mismo período de 2022 y marca un máximo histórico para un primer cuatrimestre de año”.
El informe de la BCR destaca que la región pampeana juega fuerte en esta performance. Con los datos de 2022, la provincia de Buenos Aires faena allí casi la mitad de los animales. Santa Fe la siguió en importancia con el 19% del total faenado y Córdoba completó el podio con el 16% del total de cabezas. Si se suma a Entre Ríos, que administra cerca del 5% de la faena nacional, estas cuatro provincias concentran casi 90% de la faena porcina de Argentina.
A nivel de distribución de la faena por establecimiento, el sector frigorífico se encuentra relativamente atomizado, aunque con jugadores de gran relevancia. Alimentaria La Pompeya, emplazada en la localidad bonaerense de Marcos Paz, lidera el ranking de faena, habiéndose acercado al millón de cabezas faenadas en 2022, o 12% de participación de mercado. La empresa santafesina Paladini faenó 460.000 cabezas en dicho año, ocupando el segundo lugar con un 6% del total. La Cooperativa de Ex Empleados del Frigorífico Maguillón se ubicó en tercer lugar con un total de 370.000 cerdos faenados.
Este buen desempeño, sin embargo, todavía resulta insuficiente como para cubrir una demanda interna de carne de cerdo, tanto en fresco como en fiambres y chacinados. “En los últimos cinco años los argentinos incrementaron un 20% el consumo per cápita de este tipo de carnes, lo que representa una adición de casi 3 kilogramos de carne de cerdo anuales por cada habitante”, se indicó en el análisis.
Así las cosas, “el aumento productivo no alcanza para satisfacer la demanda interna, por lo que se debió importar entre 30.000 y 40.000 toneladas anuales en el último lustro para satisfacer las necesidades de consumo. Sin embargo, el gap (brecha) entre el consumo y la producción se va achicando cada vez más, y con ello se abre una veta para el desarrollo exportador. A principios de los 2000, la producción interna alcanzaba a cubrir apenas un 75% de lo que se consumía a nivel local, mientras que en los últimos cinco años este porcentaje alcanza ya el 95% en promedio”.