¿Quién se va de la casa?
La sequía hace estragos en el tejido productivo y hay muchas actividades productivas que, entre la falta de lluvias y los desquicios de la política macroeconómica, están desangrandose. Evitar el quebranto de miles de productores debería ser motivo de preocupación para el ministro de Economía, Sergio Massa, que además absorbió hace unos meses las carteras de Agricultura y la de Industria. Pero no, su estrategia en el juego, para perdurar dentro de la casa, es la de hacerse el desentendido.
Ante un pedido concreto de audiencia de parte de la Mesa de Enlace, a la que al principio de su mandato como ministro había utilizado convidándola a un par de reuniones secretas para que validaran con su silencio sus primeras decisiones, Massa se negó a recibir a los ruralistas. Antes moría de ganas de ser aceptado por ellos, que forman un grupo fuerte dentro de la casa. Pero ahora que ya pasó las primeras zozobras, nuestro galán de conurbano decidió que ya no les prestaría tanta atención. Y mucho menos oído a sus lamentos.
Se sabe, en Gran Hermano la crueldad y la traición son cosas que garpan.
Los cuatro jugadores del clan agropecuario, la semana pasada, dijeron haberse sentidos ofendidos por este desplante. ¿Cómo a ellos Massa se negaba a dirigirles la palabra si habían sido su primer gran apoyo cuando ingresó a la Casa? ¿Qué había sucedido que ahora Massa ninguneaba a los muchachotes de la Sociedad Rural, CRA, Federación Agraria y Coninagro? ¿Cómo pasamos de los secretos de alcoba a esto? Ofendidos, estos jugadores se abroquelaron para votar juntos.
Se sabe que Gran Hermano disfruta del escándalo. Los cuatro dirigentes del agro hicieron saber que no asistirían a una reunión con otro que no fuera el ministro del área. Era un desplante seguido con otro desplante. Papita pal loro. La teleplatea estaría fascinada sino fuera que el Mundial de Fútbol y la consagración de nuestra selección se llevó todas las miradas. Después de todo, ¿a quién le importa Gran Hermano si Messi durmió con la copa y hasta parece que tuvieron sexo debajo de las sábanas?
Massa no es Messi, pero también parece haber disfrutado con de su estrategia, que seguramente contó con los avales de Cristina y de Alberto, que forman parte de su grupo aunque parezca que están todo el tiempo peleando entre ellos, por su supervivencia dentro de este programa. Como un avezado jugador de ajedrez o acaso de ludo, el ministro midió a sus cuatro opositores sabiendo que el desplante sería una jugada maestra, que los dejaría descolocados y los obligaría a patalear. Amablemente mandó a Juan José Bahillo, su ladero y secretario de Agricultura. Llegado de Entre Ríos y de tono campechano, este jugador suele parecer a veces un ingenuo al que todos pueden manipular.
Dicho y hecho, Bahillo invitó a los cuatro de la Mesa de Enlace a conversar en la cocina de la casa, y no en el living como hubieran pretendido. Dicho y hecho, Massa no sería parte de la reunión, que quedó así tan des-cla-sa-da como los jugadores de la selección. Para colmo, la reunión fue confirmada este martes a la tarde. Poco importaba que el mismo gobierno hubiera decretado horas antes un feriado nacional, que el centro estuviera intransitable y con un profundo olor a festejo popular. La reunión se iba a hacer igual porque la intención de Massa era que los dirigentes rurales pisaran el palito. Que quedaran expuestos ante los cientos de cámaras que registran todo lo que sucede dentro de la casa.
Porque a Gran Hermano le gusta que se vea todo, sobre todo si de humillaciones se trata.
Sucedió lo previsible. El grupo de incautos chicos del interior, de familia bien y acento campechano, se avivó de la jugada surgida de la cantera del conurbano. Y decidió no asistir a la reunión y además avisarlo a través de sendas notas en los diarios: “El campo decidió dar un portazo porque Massa los derivó con su secretario de Agricultura”, decía uno de los titulares.
Gran Hermano feliz. Adora los escándalos.
Este martes por la tarde, el secretario Bahillo siguió impávido la estrategia de su grupete: fue hasta la cocina a pesar del feriado, abrió las ventanas como para que todos miren los que sucedía adentro y gtras esperar un rato a lso chicos que habían anticipado que no irían, mandó difundir un comunicado de prensa que bien podría haber sido escrito varias horas antes. “Bahillo lamentó la ausencia de la Mesa de Enlace a la reunión convocada para tratar la sequía”, decía el título. Jodeme que la foto que acompañó ese escrito mostraba al funcionario ahciendo declaraciones a Télam y la Televisión Pública.
“Resulta llamativo que la Mesa de Enlace haya decidido postergar una reunión solicitada por ellos mismos y que tenía como objetivo tratar temas vinculados a la sequía”, se explayó este adlater de Massa en el comunicado. Dijo además, como para ponerle tono dramático a la jugada preparada, que desconocía “las razones de la decisión tomada por los representantes de no acudir a un encuentro solicitado en forma oficial por ellos mismos para tratar un tema que no admite dilaciones”.
“Desde la Secretaría teníamos preparada una serie de medidas que queríamos consensuar y dialogar con ellos”, agregó, como para mostrar que quienes están en falta son ellos, los integrantes del otro grupo, y no el gobierno, que tiene un arsenal de medidas preparadas como para enfrentar la sequía y mostrar quien la tiene más grande dentro de la Casa.
Con esta jugada, quedó claro que Bahillo hizo muy buena letra para evitar estar ternado dentro del tan temido ¿Quién se va de la Casa? ¿Serán ellos o seremos nosotros? ¿Ya se terminó la lógica constructiva que pareció alumbrar el inicio de la gestión de Massa? ¿Es de nuevo Cristina la que mueve los hilos dentro del juego?
Le contestó Nicolás Pino, el galán de la sociedad rural, ninguneándolo de modo más que amable y pidiendo que Bahillo se corra de escena para que todos podamos ver al verdadero líder de aquel grupo. “Destacamos la vocación de diálogo del secretario pero entendemos que la realidad de los temas que le preocupan a los productores necesitan una reunión con el ministro Massa, por eso le solicitamos la audiencia a él. La presión impositiva, la sequía que sigue azotando a las regionales productivas, el doble tipo de cambio, las distorsiones del dólar soja y otros temas de agenda, son prioridades que el gobierno debe escuchar”, comentó.
A Gran Hermano le encantan estos desplantes y desacuerdos que solo sirven para ganar tiempo y mantener caliente el ráting mientras pasa la efervescencia mundialista y todos empecemos a hartarnos un poco de tanto festejo. Messi y sus compañeros nos dieron alegría, pero la saga ya no despierta intriga, todos sabemos el resultado. En cambio, en Gran Hermano hay que mantener siempre encedida la llama del escándalo, que a la larga siempre tributa.
Así que a esperar la votación del público, cuando éste vuelva a prestar atención a las alternativas de este apasionante juego. Que una teta y un insulto no se le niegan a nadie.
¿Quién se va de la casa? Todo sea para no hablar de lo importante: “La sequía hace estragos en el tejido productivo y hay muchas actividades productivas que, entre la falta de lluvias y los desquicios de la política macroeconómica, están desangrándose”.