En el último informe mensual de oferta y demanda de productos agroindustriales publicado este mes por el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) aparecieron algunos ajustes llamativos.
Los técnicos del USDA ajustaron los datos de stock interno, importación y procesamiento de soja de las campañas 2020/21, 2021/22 y 2022/23.
El pronóstico de importaciones de soja de China para la campaña 2023/24 se incrementó nada menos que en 3,0 millones de toneladas para ubicarla ahora en 105 millones.
Tales ajustes obligaron también a modificar los datos globales históricos y proyectados para la presente campaña 2023/24 a partir del peso relevante que tiene China en el mercado de soja.
“Después de un examen cuidadoso de las estadísticas oficiales chinas de importación y de los datos provenientes de los principales países exportadores, se procedió a estimar las importaciones de China en 2022/23 con base en las estadísticas oficiales informadas por los principales exportadores de soja, es decir, Argentina, Brasil y EE.UU.”, señala un informe del USDA.
“Históricamente, los datos aduaneros de China se alineaban con los datos de los exportadores, pero en el año calendario 2023 la brecha entre las estadísticas oficiales de importaciones de China y los envíos reportados por los principales exportadores se amplió”, añadió.
En otras palabras: por alguna razón, el gobierno chino alteró las estadísticas oficiales de importación y procesamiento de soja, algo que resultó evidente luego de comparar los registros de las naciones proveedoras de la oleaginosa.