La última semana de octubre la empresa Lipsa SRL anunció a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que había cerrado la compra de poco más de 4.860 hectáreas ubicadas en la provincia de Santiago del Estero, distribuidas en dos campos y por las que pagó un total de 14 millones de dólares. Quizás lo singular de esta empresa es que no está en el radar de las grandes operadoras de siembra aunque ya maneje unas 90.000 hectáreas entre propias y arrendadas. Apenas una década atrás comenzó con 2.500 hectáreas con un modelo de negocio tradicional y con la implementación de tecnología en primer plano.
Lipsa SRL le debe su nombre a las siglas “Liderazgo en Producción con Sustentabilidad Agrícola”, fue constituida formalmente en la ciudad de Charata, provincia de Chaco en 2011 por la familia Moudjoukian, más precisamente Daniel y Cristian, padre e hijo respectivamente, quienes cuentan cada uno con el 50% de la firma. En aquel entonces sembraron sus primeras 2.500 hectáreas que una campaña después se transformaron en 5.000 y en el mediano plazo esperan superar las 100.000 hectáreas.
Concretamente la firma siembra en 6 zonas definidas en el NEA, distribuidas entre las provincias de Chaco y Santiago del Estero. Los dueños de la firma explican que desde sus inicios se fomentó la rotación de cultivos manteniendo la superficie de maíz cercana al 50% del total.
“Año a año aumentamos la superficie de aplicación con la tecnología de selectivos, los que nos permite utilizar un 70-90% menos de agroquímicos en barbechos. Seguimos con la política de limpieza y reciclado de los bidones bajo el programa Campo Limpio. Estamos comenzando a trabajar con proveedores para medir la Huella de Carbono de nuestros campos”, según consta en la memoria de su último balance anual presentado ante la CNV.
En la campaña 2021/22 la empresa sembró unas 70.000 hectáreas de las cuales apenas el 11% eran propias y el resto arrendadas. A partir de la actual campaña 2022/23 el plan de siembra incluye unas 90.000 hectáreas, a las que se sumarán los dos campos que compraron recientemente.
En la última campaña produjo unas 400.000 toneladas entre soja, maíz y en menor medida trigo. Dos campañas atrás, la 2019/20 había logrado una producción de 199.000 toneladas, es decir que duplicó su producción gracias a sus fuertes inversiones para sumar campos propios y arrendados.
Hasta el año pasado tenía bajo su órbita un total de 56 campos distribuidos entre Chaco y Santiago del Estero. Según la propia empresa, su esquema de producción es “agresivo, buscando que no sólo no disminuyan los rindes a medida que se incorporan hectáreas, sino que estos vayan en aumento. Para ello se incorpora constantemente las últimas tecnologías disponibles, varias de las cuales se van ensayando en nuestros campos”.
Sus dueños cuentan que la mayoría de las labores son contratadas y que se buscan acuerdos de largo plazo con contratistas de manera de buscar “la mejora continua de los rindes y obtener un servicio de calidad”. En tanto, las labores claves como fumigación (terrestre y aérea) y parte de la fertilización se realizan con maquinaria propia.
Sin embargo, la política de la empresa es evitar tener estructura y gastos relacionados con la propiedad de las maquinas. La cosecha se realiza con contratistas y la mayoría de lo producido se embolsa en silobolsa. Sus proveedores de insumos son Syngenta, Bayer, Basf, Don Mario, Corteva, Sumitomo , Rio Chico , YPF, ACA, FMC, entre otros.
En lo que respecta a la venta de su producción, sus granos los comercializa como commodities a través de exportadores a precio FAS. Sus principales compradores en los últimos años fueron AGD, ACA, Cargill y Molinos Rio de la Plata. Hay operaciones menores con otros exportadores y muy poco con algún corredor por canje de insumos.
Según detallan desde la compañía los granos se venden a retirar de los campos con un valor de flete pactado. El comprador se hace cargo de conseguir la logística y su pago. Además, existen relaciones de largo plazo con los exportadores de manera de eficientizar la logística. Por otro lado, hay líneas de adelanto financiero habilitadas con la mayoría de ellos a cancelar con entrega de grano en cosecha.
En cuanto a su facturación, en su último balance anual cerrado en diciembre de 2021 obtuvo una ganancia bruta de poco más de 1.530 millones de pesos y obtuvo una ganancia después de impuestos de 172,9 millones. Un año antes su facturación bruta había sido de 1.560 millones de pesos y su ganancia final de 334 millones. La gran diferencia de un año a otro la hizo el impuesto a las ganancias, en diciembre de 2021 pagó 993 millones de pesos y en el mismo mes de 2020 había desembolsado 209,7 millones.
En lo que respecta a su financiación, según el último registro disponible del BCRA tiene una deuda bancaria y con entidades de crédito por un total de 856 millones de pesos, toda en situación 1 (normal, sin atrasos en los pagos) y su mayor acreedor es el Banco de Chaco, con el 68% sobre el total. Le sigue en orden de importancia el Banco de Inversión y Comercio Exterior con el 13% y luego el Banco Nación con el 10%. El resto se divide entre otras entidades.
Lipsa también cuenta con presencia en el mercado de capitales local con la emisión de tres de Obligaciones Negociables, la primera de 15,6 millones de dólares lanzada comienzos de año, luego en agosto emitió las ONs Clase II y III por 4 y 11 millones de dólares con plazos mayores a dos años. Su plan total de expansión está estipulado en 45 millones de dólares destinados a la compra de campos y sumar más hectáreas productivas en el corto plazo. Otro de sus hitos sucedió en julio pasado cuando obtuvo un préstamo del Rabobank por 10 millones de dólares a siete años con dieciocho meses de gracia.
Lipsa en números:
- Fue constituida formalmente en 2011 por la familia Moudjoukian en la localidad de Charata, Chaco.
- Actualmente maneja unas 90 mil hectáreas, el 13% son propias, distribuidas entre las provincias de Chaco y Santiago del Estero.
- En la campaña 2021/22 produjo un total de 400.000 toneladas, principalmente de soja y maíz.
- Lanzó tres emisiones de Obligaciones Negociables (ON) por un total de u$29,6 millones.
- Recibió un crédito del Rabobank de u$s10 millones para continuar comprando campos y sumar hectáreas productivas.
- En diciembre de 2021 consiguió un ganancia bruta de $1.530 millones y cerró su balance con una ganancia final después de impuestos de $172,9 millones