La historia de FrieslandCampina no empieza en una sala de directorio ni en un balance, sino en los campos del norte de los Países Bajos, cuando a fines del siglo XIX pequeños productores de leche comenzaron a organizarse para defender el valor de su trabajo frente a un mercado cada vez más concentrado.
Aquellas primeras cooperativas, nacidas para procesar y vender su propia producción, fueron creciendo, fusionándose y ampliando su alcance durante más de un siglo, hasta que en 2008 dos de ellas (Friesland Foods y Campina) decidieron unirse y dar origen a Royal FrieslandCampina N.V.
Esa fusión consolidó un modelo que sigue vigente hasta hoy: FrieslandCampina es una empresa 100% propiedad de productores. Su único accionista es la cooperativa Zuivelcoöperatie FrieslandCampina U.A., integrada por 14.183 tamberos socios en Países Bajos, Bélgica y Alemania, que entregan su leche de manera exclusiva y participan indirectamente de los resultados del negocio. Desde su sede en Amersfoort, la compañía dejó de ser un actor concentrado en Europa para construir una presencia internacional sostenida, primero a través de exportaciones y luego mediante filiales comerciales y productivas en distintos continentes.

Hoy, esa evolución se refleja con claridad en los números. En 2024, FrieslandCampina facturó 12.923 millones de euros, procesó 9.050 millones de kilos de leche, equivalentes a unos 8.769 millones de litros y empleó a 19.576 personas. Opera con presencia directa en 30 países y comercializa sus productos en más de 100 mercados, combinando marcas de consumo masivo con negocios industriales menos visibles, pero claves para su rentabilidad.
Para ordenar un negocio de esa escala, la cooperativa reorganizó su estructura y desde 2024 reporta sus resultados a través de siete unidades de negocio, definidas por mercados y tipo de producto. El mayor de esos grupos es Professional & Trading, que explica cerca del 30% de la facturación. Allí se concentran los productos destinados al canal gastronómico y profesional, junto con el negocio de trading de commodities lácteos, una herramienta central para administrar excedentes de leche y amortiguar la volatilidad de precios.

Detrás aparecen las divisiones de consumo masivo organizadas por región. Retail & Americas aportó el 14,5% de los ingresos, con foco en quesos y productos lácteos elaborados como marca blanca, es decir, producidos para grandes cadenas de supermercados y vendidos bajo la marca del propio retailer. Europa representó el 12,8% de la facturación y concentra las marcas históricas del grupo, mientras que Asia explicó el 12,5%, apoyada en marcas locales y en la expansión del consumo en mercados de rápido crecimiento. Medio Oriente, Pakistán y África sumaron el 10,5% de los ingresos, con un perfil más orientado a leche en polvo y productos básicos, adaptados a países donde los lácteos reconstituidos siguen teniendo un peso central en la dieta.

Las dos divisiones que marcan el rumbo estratégico del grupo son Ingredientes y Nutrición Especializada. La primera, con el 11,2% de los ingresos, produce insumos nutricionales y funcionales para la industria alimentaria y farmacéutica. La segunda, que aportó el 9,5% de la facturación, concentra el negocio de nutrición infantil y de productos diseñados para distintas etapas de la vida. Aunque juntas explican algo más del 20% de las ventas, estas áreas aportan una proporción mayor del resultado operativo y concentran buena parte de las inversiones de FrieslandCampina.
Ese cambio de perfil quedó reflejado en los balances. Tras un 2023 marcado por pérdidas, 2024 fue un año de recuperación. FrieslandCampina cerró el ejercicio con un resultado operativo de 527 millones de euros y una ganancia neta de 321 millones. El EBITDA ajustado alcanzó los 1.111 millones de euros, con un margen del 8,6%, impulsado por una mejora del mix de productos y por un programa de eficiencia interna que redujo costos y simplificó la estructura operativa.

El inicio de 2025 confirmó esa tendencia. En el primer semestre, la empresa facturó 6.847 millones de euros, un 6,4% más que en igual período del año anterior, aun con menores volúmenes. El resultado operativo llegó a 363 millones de euros y la ganancia neta fue de 230 millones. En paralelo, el precio pro forma de la leche pagado a los socios subió a 59,66 euros por cada 100 kilos, reflejando tanto la mejora del negocio como la lógica cooperativa de trasladar resultados al productor.
Ese desempeño financiero se apoya en su red global con roles bien diferenciados. Europa sigue siendo el principal pilar del grupo, con 7.100 millones de euros de ingresos y 11.166 empleados, apoyado en marcas propias, marcas para supermercados y food service. Asia y Oceanía aportaron 4.144 millones de euros y 7.336 empleados, con foco en el crecimiento del consumo y en productos de mayor valor agregado. África y Medio Oriente sumaron 1.129 millones de euros, con una demanda sostenida de lácteos básicos, mientras que América del Norte y del Sur representan un negocio más acotado, vinculado principalmente a la demanda de quesos holandeses de alta calidad.
En las góndolas, ese despliegue se traduce en un portafolio amplio de marcas. Campina sigue siendo una referencia histórica en Europa; Chocomel forma parte del consumo cotidiano en varios mercados; Frisian Flag y Dutch Lady son centrales en Asia; Friso es el emblema del negocio de nutrición infantil; y marcas como Peak, Rainbow y Olper’s ocupan un lugar relevante en África y Medio Oriente.
Junto con ese negocio visible, crece otro menos evidente pero cada vez más determinante: el de los ingredientes y la nutrición especializada. Bajo marcas como Vivinal, Pharmatose, Excellion y Deminal, FrieslandCampina abastece a fabricantes de alimentos, suplementos y productos de nutrición médica en todo el mundo, con el objetivo de transformar cada litro de leche en productos de mayor valor agregado y reducir su exposición a la volatilidad de los commodities.

En definitiva, más de un siglo después de que los primeros tamberos del norte holandés se organizaran para defender el valor de su leche, FrieslandCampina sigue siendo una cooperativa. Pero hoy también es una multinacional láctea compleja, que opera en decenas de países y transforma millones de litros de leche en quesos, ingredientes y nutrición especializada.





