Anta del Dorado es una empresa familiar que opera en la provincia de Salta y tiene su foco en la producción y procesamiento de especialidades, la producción de granos tradicionales, además de algodón, nuez pecan y ganadería.
La compañía fue fundada en 1966 y en sus inicios se dedicó a la agricultura tradicional en un campo de 1.885 hectáreas en la provincia de Salta. En la actualidad, con 211 empleados, es una de las principales empresas agroexportadoras de la provincia y una referente en el negocio de las especialidades, también denominadas “super foods” (porotos, sésamo, chía, cártamo y maíz pisingallo). En los últimos 10 años también sumó la producción de algodón, que posteriormente vende como fibra.
La firma administra 40.000 hectáreas, destinadas a agricultura y ganadería, de las cuales 23.800 son propias. Si bien originariamente vendía únicamente commodities, desde hace más de 15 años fue diversificando sus cultivos, e integrándolos verticalmente. Actualmente su facturación está compuesta por 60% por especialidades y semillas, 30% por la venta de commodities y 10% por la venta de productos ganaderos.
Las “especialidades” agrícolas las procesa en dos plantas de selección y proceso, ambas en la provincia de Salta, en las localidades de Coronel Mollinedo y Las Lajitas. Las plantas cuentan con certificaciones HACCP (Hazard Analysis Critical Control Point); BRCGS (global standards for food safety); kosher y orgánico.
Según explican desde la firma, la producción de porotos, sésamo, chía, cártamo, maíz pisingallo supera a la producción de commodities (soja, maíz y trigo). Además, Anta del Doroda se integró verticalmente e industrializa 100% de su producción de especialidades.
La integración incluye la etapa de comercialización, que principalmente se hace a través de la sociedad controlada chilena “Harvest Foods”. La empresa explica que su sociedad comercializadora se ubica en Chile para aprovechar los Tratados de Libre Comercio que posee ese país con los mercados que demandan este tipo de cultivos.
En cuanto a la actual producción de soja, en su mayoría tiene un proceso de selección y se vende como semilla.
Por su parte, la producción de algodón se procesa en plantas de terceros. El 50% de la fibra producida se exporta y el resto se vuelca al mercado interno, donde sus compradores son empresas textiles.
Respecto a la ganadería, se concentra en la cría, recría, terminación a corral y cabaña de Brangus Colorado. En particular, esta última opera bajo la marca comercial “Cabaña San Esteban”. Actualmente Anta del Dorado cuenta con 10.000 cabezas en 8.000 hectáreas de producción.
En este contexto la empresa está llevando adelante un proyecto de inversión para sumar a su portfolio la producción, industrialización y comercialización de nuez pecan. Esta iniciativa data del 2020, y a la fecha ya se implantaron 250 hectáreas de árboles, bajo el sistema de riego por microaspersión con energía solar autogenerada.
Además quedó prevista la instalación de riego para crecer en el futuro unas 200 hectáreas más. Actualmente el objetivo está en afianzar estas 250 hectáreas y lograr que entren en producción.
“Dicho proyecto en desarrollo se fundamenta en la diversificación de especies, la utilización de bajo riesgo, uso de tierras actualmente subutilizadas, mayor aprovechamiento de infraestructura existente, posibilidad de integración vertical, comercial e industrial. También se apoya en la posibilidad de contar con un producto de exportación, el aprovechamiento de mercados de productos secos y super foods en expansión. Los posibles destinos de exportación serían Canadá, Reino Unido, Holanda en nueces peladas y China en producto con cáscara”, detallan desde la compañía.
En lo que respecta a su situación financiera, en su último balance cerrado en junio de 2023 alcanzó una facturación de 5.400 millones de pesos y obtuvo una ganancia después de impuestos de 477 millones. Un año antes sus ventas habían sido de 8.252 millones de pesos y obtuvo una ganancia después de impuestos de 862 millones.
La caída en las ventas tiene un sustento y así lo explica la empresa, ya que “se apostó más a cultivos de algodón, maíz y porotos, que tienen finalización sobre el cierre del ejercicio, a comparación del ejercicio anterior que se sembró más soja, cuya fecha de cosecha y finalización es anterior al cierre. La consecuencia de esto es que en las ventas del ejercicio hay un menor impacto de la producción 2022/23”.
Finalmente, según los registros del BCRA, a la fecha la compañía tiene créditos tomados con bancos y entidades crediticias radicadas en la Argentina, por un total de 5.000 millones de pesos, el 62% con el BBVA, el 19% con el Galicia y el 7% con el Santander, el resto se divide en menor medida entre otras entidades.
La excepción que confirma la regla
Bueno el articulo