Amaggi es una de las principales empresas agroindustriales de América Latina y una de las mayores comercializadoras de granos del hemisferio sur. Su origen se remonta a 1977, cuando el empresario André Maggi fundó la compañía en el estado de Paraná, al sur de Brasil. Poco después, su familia se trasladó al centro-oeste del país, en la región del Cerrado, una vasta sabana tropical que a partir de los años 80 se convirtió en uno de los motores de expansión del agronegocio brasileño.
Desde allí, la empresa comenzó a construir un modelo de negocios completamente integrado, que va desde la producción agrícola hasta la logística fluvial, la industrialización y la generación de energía.
Con el tiempo, la figura de André fue sucedida por su hijo, Blairo Maggi, actual presidente del directorio, ex ministro de Agricultura de Brasil y ex gobernador de Mato Grosso, conocido popularmente como “el rey de la soja”. La familia Maggi sigue siendo propietaria del grupo, que opera de forma privada, con sede en Cuiabá y presencia en más de 40 países.
En la actualidad, Amaggi cuenta con cerca de 6.000 empleados directos y una red operativa que incluye campos propios, plantas industriales, puertos, terminales, barcazas, oficinas comerciales y centros logísticos en Brasil, Paraguay, Argentina, Europa y Asia.
Durante 2024, la compañía reportó ingresos netos por 38.455 millones de reales (aproximadamente 7.630 millones de dólares), con una utilidad bruta de 4.662 millones de reales (925 millones de dólares) y un resultado antes de impuestos de 1.632 millones de reales (equivalente a 324 millones de dólares). Aunque los ingresos fueron más bajos que los del año anterior, el volumen físico de operaciones se mantuvo estable: la empresa comercializó más de 21 millones de toneladas de productos agrícolas, incluyendo soja, maíz, algodón y trigo, y procesó unas 1,3 millones de toneladas provenientes de su producción.
El corazón operativo de Amaggi está en el centro-norte brasileño. Solo en Mato Grosso posee trece estancias que suman 186.000 hectáreas agrícolas, a las que en 2024 se sumaron otras 62.000 adquiridas al grupo O Telhar, lo que le permitió aumentar en un 34% su superficie productiva. Para la campaña 2024/25 proyecta sembrar 358.000 hectáreas distribuidas entre soja (164.000), algodón (146.000), maíz (37.000) y otros cultivos como sésamo, sorgo y carinata. La compañía también opera 44 centros de almacenamiento con capacidad estática de 3 millones de toneladas, cinco plantas industriales, tres plantas de fertilizantes y una planta de biodiésel.
Sus unidades de procesamiento se encuentran principalmente en las localidades brasileñas de Comodoro, Sapezal, Sinop, Itacoatiara y Porto Velho, donde se procesan granos, aceites vegetales, harinas proteicas y derivados industriales. En Tapurah, Boa Esperança, Sorriso, Campo Novo do Parecis y otras 20 localidades de Mato Grosso distribuye oficinas, galpones, plantas o depósitos. Además, según comunica la empresa, participa en joint ventures logísticos y tiene activos en Fredrikstad (Noruega), Róterdam (Países Bajos), Lausana (Suiza), Buenos Aires (Argentina) y múltiples nodos en Brasil.
En el plano logístico, Amaggi gestiona una red integrada de transporte que incluye flota propia de camiones, barcazas y remolcadores fluviales. Su corredor norte, que conecta los estados del centro-oeste con los puertos fluviales del Amazonas, le permite exportar gran parte de su producción a bajo costo y con menor impacto ambiental. Solo a través de sus terminales en Porto Velho e Itacoatiara transporta más de 7 millones de toneladas por año. También opera terminales en Santos y Santarém.
Además de su casa matriz en Cuiabá y su red de activos brasileños, Amaggi tiene presencia internacional en 17 países. En Argentina, opera oficinas comerciales y tiene presencia en las principales terminales portuarias con exportaciones de granos. Según la estadística oficial, durante 2024 exportó 757.700 toneladas, siendo el maíz y la soja los productos más relevantes.
En este marco, este año la filial local de Amaggi firmó un acuerdo con Los Grobo, que se encuentra en concurso de acreedores desde febrero, con una deuda superior a los 300 millones de dólares y más de 3.700 acreedores.
Bajo este acuerdo, Amaggi actúa como garante de los contratos de compra de granos de Los Grobo, aportando fianzas ante el juez del concurso, y obtiene una comisión equivalente al 50% del margen generado por esas ventas, más IVA. El dato clave es que Amaggi es uno de los principales acreedores de Los Grobo. En la misma línea, recientemente cerró otro acuerdo para comenzar a comercializar fertilizantes en el mercado argentino usando la distribución de la empresa concursada.
Lo cierto es que estos convenios no solo permiten que Los Grobo reactive operaciones, garantice pagos a productores y mantenga el flujo de negocios mientras avanza en su concurso preventivo, sino que también le dan a Amaggi una posición estratégica en la originación de granos e insumos en el agro local, lo que la pone en un lugar de mayor relevancia en la agroindustria argentina donde todavía no está posicionada entre los 10 mayores traders.