Un estudio de Juan Manuel Garzón, el economista del IERAL y la Fundación Mediterránea, estimó que las exportaciones de granos y subproductos (de no media una catástrofe climática y con cotizaciones y volúmenes similares a los de este año), podrían aportar 31.100 millones de dólares en 2021, es decir unos 4.600 millones de dólares más de los que ingresaron este año que termina.
Es un salto de más del 15% en el ingreso de divisas. Va dedicado a la tribuna que valora el aporte del campo a la economía. Y a la gilada que no lo hace y suele menospreciar el aporte del sector.
Garzón, en el trabajo, construye varios escenarios probables. En todos los casos, incluso el más pesimista, el aporta de agrodólares sería en 2021 mayor al de 2020. Las brechas van entre los 2.600 millones de dólares y los 6.500 millones de dólares, en el mejor de los escenarios.
“Debe recordarse que el sector agroalimentario es el principal generador de divisas netas (produce más de las que consume) y tendrá un rol clave para satisfacer demandas en recuperación de insumos importados de otros sectores productivos (de la industria no agropecuaria), de bienes de consumo de las familias y también para abastecer a una formación de activos extranjeros (empresas y personas) que, en menor o en mayor intensidad, siempre está presente en la economía argentina”, contextualizó Garzón, para que el dato que aporta cobre significación.
En materia de precios medios de exportación, este análisis del IERAL se construye en función de precios futuros y estimaciones propias. Por caso la soja se supone a un valor promedio de 448 dólares, el maíz a 198 dólares, la harina de soja a 423 dólares, etcétera. Luego se realizaron dos escenarios alcistas y dos bajistas, que podrían ocurrir en función de cómo evolucionen las variables fundamentales del mercado.
Lo que suceda con la sequía, de todos modos, será clave. En este sentido, se suponen en principio cinco escenarios de volúmenes de cosecha. El promedio es una campaña agrícola bastante parecida a la del año previo, y dos escenarios con clima acompañando (rindes medios normales o superiores) y dos escenarios con clima adverso.
“Una aclaración importante es que los escenarios con problemas climáticos suponen sequías entre suaves y moderadas, ni extremas ni excepcionales, es decir caídas de rindes medios de entre 5% y 10%”, aclara Garzón, dejando en claro que todo podría cambiar si el episodio climático es más extremo.
Luego, teniendo precios y cantidades esperadas, hizo la siguiente proyección:
¿Cuánto exportaría entonces la Argentina agrícola? Los escenarios que combinan caídas de volúmenes y de precios serían los menos favorables, con embarques por 25.800 millones de dólares y 28.400 millones.
Del otro lado, los escenarios que combinan movimientos opuestos de volúmenes y precios, alzas en unos y bajas en otros, arrojan valor de exportaciones de entre 29 mil millones y 33 mil millones. “Estos escenarios tienen mayor probabilidad de ocurrencia dado que las variables se mueven en
las direcciones esperadas, en caso de haber problemas de producción en Argentina, los precios respondiendo al alza y lo contrario en caso que la campaña sea buena”, explicó el estudio.