Desde noviembre lo precios del ganado para la faena se vienen afirmando y en los últimos meses el engorde de ganado tuvo buenos márgenes de rentabilidad. También se da una favorable situación en la cría y recría de vacunos. Pero todo esa situación de bonanza aun no se traduce en una mayor retención de vientres. Algo raro pasa.
Los datos de la faena, por el contrario, dan cuenta de que los productores de cría todavía no están reteniendo terneras hasta convertirlas en madres y así producir más terneros, proceso que llevaría a una recuperación del stock ganadero primero y luego a una mayor producción de carne vacuna.
Ignacio Iriarte destacó en su último informe ganadero: “En el primer trimestre la faena totalizó 3,2 millones de cabezas, 2,4% por debajo de enero-marzo de 2024. De acuerdo los datos de envíos a faena (Dte, Senasa) se destaca la caída de la oferta de vacas, que disminuye en el primer trimestre un 13% con respecto al año pasado, ubicándose ahora sí en niveles ‘normales’. También llama la atención los envíos de vaquillonas, que se ubican un 11% por encima del año pasado”.
El consultor luego indicó: “La tasa de extracción de vaquillonas (faena/stock) del 2024, que fue del 50,6%, la segunda más alta de los últimos dieciocho años, sólo superada en la serie histórica por el 55% del año 2001. En años de franca recomposición del rodeo, la tasa de extracción de esta categoría se ubica en el 25-28%. La faena de vacas se reduce, pero la de vaquillonas supera los niveles del año pasado, año de fuerte caída en el stock de esta categoría”.
El consultor Andrés Costamagna coincidió con Iriarte sobre esa luz de alerta. “La faena de vaquillonas siegue siendo alta en función de las existencias que hay en el rodeo. Bajó la de vacas, pero no la de hembras jóvenes, lo que está señalando que aun no se está dando la retención necesaria para que mejor el stock vacuno que viene de varios años de caída”.
La semana pasada, el gobierno disimuló la información, que muestra que el stock bovino nacional se redujo, al 31 de diciembre de 2024, otro 2,2% en relación al año anterior. Ahora es de 51,6 millones de cabezas.
Costamagna especuló que “quizás ese proceso comience a darse una vez que pase la época de los tactos en los campos de cría, lo que lleva al descarte de los vientres que no quedaron preñados y eso impulse la compra de parte de los criadores”. Para eso habrá que esperar al menos un mes más.
Si eso sucede, la reposición de vientres se hará más por la compra que por la retención de animales propios, ya que en esta zafra los criadores se ven más incentivados a la venta que a la retención. El valor promedio de las terneras es de 3.300 pesos según los últimos remates ganaderos.
Según consignatarios consultados, en las últimas semanas se observa una tendencia a una mejora en el valor de las vaquillonas preñadas luego de varios meses de estancamiento y serias dificultades en la comercialización de estas categorías.
Roberto Mondino, de la firma Alfredo S. Mondino, indicó al respecto: “Las vaquillonas preñadas que estuvieron mucho tiempo estancadas alrededor del millón de pesos en los últimos remates se están vendiendo entre 1,2 y hasta 1,4 millón de pesos. Hay lotes que hicieron valores por encima de esos lo que depende de los plazos, condiciones financieras y también de la calidad de la hacienda. Si se dan todas esas condiciones el precio puede ser mayor aun”.
Luego indicó: “Además del precio vemos que también hay más fluidez en las operaciones, más manos levantadas, la reacción de precios en esta categoría se está dando, pero de forma mucho más retrasada que en los valores del ganado gordo y de los terneros de invernada”.