En Rosario, Juan Ubieta y Gianfranco Speciale se preguntaron por el destino de los desechos orgánicos en el país, y se dieron cuenta de que muchas industrias tienen excedentes que no pueden transformar. Una de ellas es la cervecera, que por cada litro de bebida producida descarta 600 gramos de bagazo, que no hace más que acumularse sin destino. Allí apareció la oportunidad de emprender un proyecto: revalorizar y reutilizar el bagazo cervecero para generar subproductos sustentables.
¿Y cómo lo hicieron? Nada más y nada menos que con moscas.
Luego de ser seleccionados por Xerendip Venture Builder como modelo viable para ser puesto en marcha, se conformó Mosquita Feed Co, la startup que hoy tiene a Ubieta y Speciale como coordinadores de un equipo de ocho personas, que reúnen lo mejor de la ciencia y los negocios.
Todo el trabajo gira en torno a la Mosca Soldado Negra o Hermetia illucens, que ya en el mundo está dando de qué hablar por su gran capacidad para reciclar varios sustratos orgánicos, como los estiércoles, alimentos y desechos de cultivos. Aún así, este proyecto se centra por el momento únicamente en el bagazo.
“La mosca soldado tiene capacidad para elegir cualquier tipo de desecho orgánico, pero apuntamos a esto porque encontramos una necesidad por parte de las cervecerías. El bagazo tiene casi un 80% de agua y transportar un residuo de poco valor con esa proporción termina siendo muy costoso. Mediante nuestro proceso lo revalorizamos. La economía circular es parte del alma de Mosquita”, dijo a Bichos de Campo Juan Ubieta.
El proceso consiste básicamente en criar las larvas de estas moscas que serán las encargadas de consumir el bagazo. El proceso biológico es de entre 9 y 14 días, y los residuos obtenidos de las larvas serán aquellos que se destinarán a la fabricación de subproductos como fertilizantes, biogás y hasta suplementos proteicos para animales.
“Las larvas se filtran en grandes tamices y todo el residuo que queda, el bagazo mezclado con los restos de larva, etc., eso se separa. Esa la Fracción Frass, es decir aquello que utilizamos para fertilización, biogás y complemento de alimentación animal, tanto mono como multigástricos: peces, pollos, gallinas vacunos”, afirmó Ubieta.
Ese subproducto puede ser utilizado como fertilizante o vendido a empresas que quieran fermentarlo para obtener biogás. También se lo somete a distintos procesos de centrifugado que dan lugar al aceite de mosca por un lado o Mosquita Oil, y al residuo o polvo proteico de mosca, el Mosquita Meal.
“Argentina tiene un potencial de revalorización de los desechos de la industria cervecera enorme, siendo este aproximadamente 81.000 toneladas de Mosquita Meal, 23.000 toneladas de Mosquita Oil y 365.000 toneladas de Feed & Frass”, indicó el emprendedor.
Hasta el momento el proyecto lleva invertidos 150.000 dólares gracias al apoyo de inversores privados. El objetivo es llegar a fin de año con una biofábrica en marcha y en 2022 empezar a trabajar a escala industrial.