Roberto Palomo es un inquieto productor de La Ramada, en Tucumán, pero además es vicepresidente de Apronor, una asociación que desde 2015 nuclea a productores agrícolas y ganaderos de esa provincia y de Santiago del Estero.
Cuando asumió el presidente Alberto Fernández y Luis Basterra llegó al Ministerio de Agricultura hablando de “equidad territorial”, Apronor y otras organizaciones del NEA hicieron un trabajo reclamando del gobierno nacional una serie de medidas para atenuar las diferencias entre quienes producen en la región pampeana y están cerca de los puertos exportadores, y quienes están a más de 1.000 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Pidieron compensaciones a los altos fletes y hasta compensaciones por la distancia.
Aquella propuesta fue recibida directamente por el ministro de Agricultura, pero poco tiempo después los dirigentes comprobaron que nada de su esfuerzo fue tenido en consideración. “Basterra es un tipo ameno; hay buena relación, pero se ve que no puede hacer nada con las políticas que imponen; hay una cuestión ideológica en un segmento dentro del espacio político que empuja en medidas contrarias al sector agropecuario”, declaró Palomo en diálogo con Bichos de Campo.
“Cuando asumió Basterra, hablaba de equidad territorial y nadie sabia bien qué quería decir eso. Pero en realidad hablaba de lo mismo que nosotros: que un productor a más de mil kilómetros del puerto y con menor régimen de lluvias que en zona pampeana no podía pagar las mismas retenciones que un productor que está a 50 kilómetros del puerto”, explicó Palomo, dejando claro que los productores como él obtienen una menor producción con un mayor costo de transporte.
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Nada sucedió con aquello. “Lamentablemente Basterra es un invitado más a la hora de hacer los anuncios y eso denota lo degradado que está nuestro sector y el espacio que tiene en los ministerios”, se lamentó Palomo, que puso como ejemplos el cierre de las exportaciones primero de maíz y ahora de carne vacuna, o el nuevo Plan Ganadero que el propio Basterra ahora anuncia para el denominado “Norte Grande”, y que no cuenta con apoyo de los productores.
Según el dirigente de Apronor, en Tucumán son unos 400 los productores que se dedican a hacer agricultura, pero que a su juicio cuentan “con menos poder de lobby del que tienen producciones en la zona como el limón o la caña de azúcar, porque la mano que obra que ocupan estas actividades hacen que tengan un peso mucho más importante que otras”.
-¿Y en que quedó todo aquello de la equidad territorial?
-Basterra insistía en un sistema de reintegros como el que trataron de implementar el año pasado con pequeños productores de soja. Pero, por ejemplo, yo aparezco en ese listado de beneficiarios y aún no cobré como tantos otros productores que tampoco lo hicieron. Otros ni figuran.
Palomo reconoció que desde Agricultura intentaron aplicar cierto reintegro dentro de ese sistema de compensaciones a la soja, donde consideraron la distancia al puerto además de la escala de cada productor. Pero finalmente la plata no llegó completamente, representó una mínima fracción de lo que se extrajo al sector por retenciones, y parece haber sido golondrina de un solo verano, pues se aplicó a la soja de la campaña 2019/20 y nadie ha dicho nada de los cultivos cosechados en la reciente campaña 2020/21.
“Siempre sostuvimos que esos sistemas no sirven. ¿Cómo me retenés algo para después devolvérmelo? No me lo retengas directamente. Pero ellos se justificaban con que a través del sistema de liquidaciones se hace difícil discriminar, entonces te retienen y luego te devuelven. Pero ahí caemos en el tiempo que lleva recibir el reintegro, si es que lo llegás a obtener. Vos imagínate que si a mi me devuelven hoy me terminarán devolviendo un año después”, explicó Palomo las inconsistencias del sistema diseñado por Basterra y su equipo.
-¿Y cómo se logra la equidad territorial tan deseada entonces?
-Hay que cobrarle al productor de la zona pampeana un determinado porcentaje de retenciones y al que no es de allí o bien es un productor más chico cobrarle otro porcentaje diferente. Armar una escala de productores a partir de la cual se sepa qué tipo de porcentaje aplicar. No creo que sea tan difícil de implementar -respondió Palomo.
-El argumento oficial es que muchas empresas podrían hacer trampa en ese proceso…
-No hay forma de trampear porque previo a la siembra, el productor declara cuál es su intención de superficie para cada uno de los cultivos. Es una declaración jurada que se hace antes de sembrar y hay determinado plazo para hacerla. Luego tenés que declarar la producción que tuviste en toneladas, hacer una declaración de stocks en septiembre acerca de cuántas toneladas tenés en el campo, en el acopio y en el silobolsa.
Según el dirigente de Apronor, “nuestra actividad es la más fiscalizada del país. Ahora con esto de la Carta de Porte electrónica, desde el momento que cargás un camión ya se sabe cuál es su destino, cuántos kilos lleva, quién es el comprador y a qué precio se hizo la operación. O sea, no hay tutía”, afirmó.
Palomo consideró que “las políticas actuales del gobierno son contrarias a la producción y al empleo. Cuando recién asumió Basterra y nos reunimos con él le dijimos que el camino no era aumentar las retenciones sino que había que frenar la presión fiscal para alentar la inversión, las actividades y que eso generara más empleo, pero están haciendo todo al revés. El estado tendrá que poner cantidades de subsidios, subir los impuestos o hacer andar más fuerte la maquinita de billetes que luego terminamos pagando todos a través de la inflación”, se lamentó el dirigente y productor del norte.
Desde el norte, Palomo adhirió a la movilización ciudadana de este 9 de julio en San Nicolás. “Creo que el campo fue respetuoso en aportar lo que debía en pandemia, produciendo alimentos y generando divisas, pero hoy tenemos que retomar las medidas de fuerza porque mientras nosotros aportamos ellos- por el gobierno- fueron avanzando con medidas tales como impedirte sacar un crédito en el Banco Nación si tenías equis cantidad de soja acopiada y ahora ya están cuestionando la propiedad privada”.
En referencia a las tomas de tierras, el tucumano contó que “por suerte acá el gobierno provincial y la Justicia no están muy de acuerdo con eso, y se actuó rápido en casos como el de un socio de Apronor que recuperó su propiedad. Pero la inquietud está latente cuando salen legisladores a decir que hay que usurpar los campos”, avisó.
Por último, Palomo se mostró convencido de que esto se cambiará con nuevas protestas. Propuso hacer “un paro que sea de un tiempo considerable y de productos no perecederos, como la soja, que es la que afecta el ingreso de divisas y de la recaudación del Estado por ese 33% que aporta sobre el valor FOB, y también en productos como el maíz y el trigo. Yo creo que va por ahí la medida. Tenemos que tratar de joder lo menos posible al ciudadano común. Dejarlo sin algún producto en góndola no es el camino”, aclaró.
“Muchos productores coinciden en parar la comercialización de la soja y ver si ahí podemos torcer el rumbo de las medidas que están llevando adelante, y sino habrá que tratar de cambiar el gobierno de modo democrático en las elecciones que vengan”, concluyó el dirigente.