Todos quienes siguen la política agropecuaria se están preguntando por estas horas que fue lo que sucedió con Germán Paats, el ex presidente de la Fundación Barbechando que sonaba hasta aquí como subsecretario de Agricultura (el segundo de Fernando Vilella en la flamante Secretaría de Bioeconomía), pero que en la presentación de los equipos finalmente fue desplazado al cargo de asesor especial de la nueva gestión.
Los hechos son confusos pero siguen un hilo que debe recorrerse para entender la situación. Sobre todo por la relevancia de Paats en el nuevo equipo agropecuario de Javier Milei, donde de entrada apareció formando un tridente perfecto, junto al propio Vilella y quien será su jefe de Gabinete, el ex presidente de Maizar Pedro Vigneau.
En el esquema original, el ex presidente de Barbechando, un importante productor de cerdos en Tapalqué, había sido presentado como subsecretario de Agricultura, Ganadería y Pesca. Es decir que sería el número dos en las estructura debajo de Vilella y tendría a su cargo todos los aspectos productivos. Pero en la tarde de ayer, cuando se presentó el equipo completo, ese puesto quedó vacante y Paats fue presentado simplemente como un “asesor” que trabajaría junto a Vigneau en la coordinación.
En medio, horas antes de la presentación, hay que detenerse en un comunicado inusual emitido por CRA (Confederaciones Rurales Argentinas), escrito de manera elíptica y muy poco clara, que hacía referencia a los “incumplidores” que existen en el sector agropecuario. Los presentó como “los que, comercialmente hablando, desaparecen, llegan a una zona, realizan varias operaciones y de repente nadie más los ve, solo quedan las consecuencias, los lamentos y las pérdidas”, para luego compararlos exageradamente con los yates de Insaurralde o los Chocolate Rigau.
“Lo que resulta intolerable, es que quienes pertenecen o han pertenecido al segundo grupo, a los incumplidores, a los sin palabra, a los que se esconden o desaparecen o mudan de zona, se reciclen o intentan reciclarse en la función pública”, fue la lapidaria frase del comunicado de CRA, cargado de manifiesta enemistad contra la figura de Germán Paats, que terminó por desacomodar el equipo pensado por Vilella antes de que asuma.
Esto valió la furibunda frase del nuevo secretario cuando le preguntaron qué pensaba de ese comunicado: “Yo estoy de acuerdo con la honestidad y lo que reclama ese comunicado. Peor pensé que estaba hablando de ellos mismos, por los productores que venden en negro”, contestó Vilella con una mala ironía, marcando su primer cortocircuito público con una de las principales entidades de la Mesa de Enlace.
Pero lo cierto es que Paats dio un paso al costado y solo será asesor de Vilella. Consultado por Bichos de Campo explicó que “Fernando cree que seré más útil en otra posición”. El nombre del nuevo subsecretario de Agricultura será conocido en las próximas horas.
Lo importante es que el ex presidente de la Fundación Barbechando se ocupó en persona de enviar a varios medios una aclaración personal sobre los supuestos “incumplimientos” que se le imputaron elípticamente desde CRA, y que cobran fuerza con una serie de cheques rechazados a nombre de su empresa productora de cerdos, Pampa Pork, y también por un remate hipotecario reciente de una estancia de Tapalqué llamada El Bendito, de 385 hectáreas, que le pertenecía, en el marco de la causa “CASTEX, FRANCISCO IGNACIO Y OTROS c/ PAATS, GERMAN DOMINGO s/ EJECUCION HIPOTECARIA (Expte. Nº 2563/2020)”.
Hasta aquí, pruebas de incumplimiento y atraso en los pagos, pero nada concreto que indique un presunto delito.
Paats, que fue ex presidente de la Sociedad Rural de Tapalqué y por lo tanto convivió con quienes ahora agitaron las aguas en su contra, envió a los periodistas que lo consultamos por el caso su propia versión de la historia, que incluye aspectos muy personales y dolorosos, como la pérdida de un hijo en medio de la epidemia de coronavirus. En todo caso, allí se presentó como un emprendedor al que le ha ido bien y mal.
“En el año 2015, ante la constante desvalorización de la hacienda, inicie en el campo una granja de cerdos y me enamore de esta actividad. La producción es mi pasión, toda mi familia se involucró y arrancamos muy exitosamente. En octubre de 2017 paso un tornado en Tapalqué y no quedo un galpón en pie. Nos sacudimos el polvo y en enero de 2020 gerencié el desarrollo de una nueva granja en Marcos Paz”, relató.
“Ya en plena producción, mi mujer y yo nos contagiamos el covid. En mi caso tuve una larga internación. Mi mujer tuvo una más corta, pero pierde nuestro quinto hijo. En lo personal tuve una larga recuperación con secuelas que el tiempo fue curando. Esto genero un desorden importante en mis actividades que poco a poco pude ir acomodando”, añadió en su explicación.
El ahora asesor de Vilella comentó que “hoy esa granja tiene 43 empleados en forma directa”, un equipo que “espera ansioso que nuestro país cambie”.
Este es el descargo completo:
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Desde la Fundación Barbechando, Paats ha insistido en los últimos años en que los productores deben, para cambiar las cosas, involucrarse más en política.
Ya se conocerá el final de esta historia que lo tiene como protagonista. Por ahora, la política le mostró a él mismo su peor cara.