A tan sólo 48 horas de la fecha de expiración del régimen de promoción de biocombustibles, el gobierno nacional publicó un decreto de prórroga que Darío Martínez, secretario de Energía, había adelantado en su visita a Tucumán la semana pasada.
Con el “agua hasta el cuello”, las empresas productoras de biocombustibles recibieron un período de gracia de 60 días más, durante los cuales continuarán los debates legislativos en torno al marco regulatorio.
Si se tiene en cuenta que en el Senado se dio media sanción a un proyecto que propone prorrogar la ley actual unos años más, una extensión de ocho semanas no parecería ser suficiente. Sobre todo si se tiene en cuenta que además de ese proyecto hay más de 20 iniciativas acumuladas, una de las cuales es el proyecto oficialista que pretende desmantelar buena parte del régimen aún vigente.
En ese marco, Bichos de Campo consultó la opinión de los representantes del sector productor de biocombustibles. Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), aseguró que las prórrogas siempre son útiles, pero que lo importante es que “dentro del ámbito del Congreso podamos hacer un buen debate sobre una nueva ley que tiene que ser superadora de la actual”. En este sentido, recordó que, desde la Liga de Provincias Bioenergéticas se presentó un proyecto, junto al diputado cordobés Carlos Gutiérrez, que esperan que sea tratado pronto.
Por su parte, Francisco Jauregui, director de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (CEPREB), dijo que “sesenta días en el marco de un proceso parlamentario no son nada; es una ‘compra’ de tiempo para organizar un proyecto que no se encuentran consensuado con todos los sectores”.
Y solicitó un marco de continuidad para las pymes productoras de biodiésel. “Que se aumente el porcentaje de mezcla obligatorio que propone la ley. El 10% es el mínimo punto de equilibrio que permite a todos los productores de biodiésel a operar. Con el nuevo texto (del proyecto oficialista), las pymes automáticamente dejan de operar y rápidamente desaparecen”.
Por el lado de los productores de bioetanol a base de caña de azúcar, Jorge Freijóo, presidente del Centro Azucarero Argentino (CAA), señaló que la prórroga, aunque sea por 60 días, sirve porque la zafra en el sector ya ha comenzado y podía verse afectada por la incertidumbre.
“Esperamos que en este plazo se trate el proyecto (oficialista). El corte debería ser por lo menos del 12% y que progresivamente se aumente teniendo en cuenta las condiciones agroecológicas del país. Nos pareció bien que se contemplara la sustitución de importaciones del combustible fósil. Eso permitiría un crecimiento en la producción de alcohol, tanto de maíz como de azúcar, muy significativo”, afirmó.
Desde la división de Insumos Agropecuarios e Industria de ACA, de la cual depende la planta de bioetanol de ACABio, Víctor Accastello consideró que para el bioetanol “el corte debería ser mínimo y obligatorio del 15% sin ninguna posibilidad de que baje”. Y justificó que eso debe ser así para atender los compromiso de reducción de emisiones contenidos en el “Acuerdo de Parías”, la salud pública y la calidad de las naftas. También solicitó que la fórmula para calcular los precios de venta de los biocombustibles destinados al corte interno debe contemplar “el 100% de los costos” reales.
En la misma línea, Patrick Adam, director Ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz, sostuvo que estos dos meses abren “un período de diálogo e intercambio entre los productores, con especialistas en energía, con las provincias energéticas”. Y añadió que mínimamente se debe mantener el corte actual (12%), pero que también se debe contemplar “un mercado libre donde el bioetanol pueda competir con la nafta y el gas comprimido.”