Que no vaya a ser un paquete. Usualmente, en la modesta redacción de Bichos de Campo, nos alcanza con echar una rápida mirada al título de una gacetilla para saber con certeza cuando contiene información que vale la pena publicar o cuando se trata de uno más de los interminables actos de la política para justificar su propia existencia. Esta gacetilla nos hizo dudar.
Bajo el aburrido y pretencioso título de “se promueve la poda urbana eficiente para generar energía térmica“, nos contaba esta información que en el Ministerio de Agricultura “formalizó la transferencia de una empaquetadora de ramas de poda al Municipio de General Viamonte, en la provincia de Buenos Aires”.
Ese es el único dato concreto que tenemos hasta ahora: la empaquetadora llegó a destino. ¿Será un paquete?
¿Es suficiente esta información (la recepción de una empaquetadora en un municipio) como para merecer una gacetilla? ¿Cuántas veces, sobre todo en tiempo de campaña electoral, hemos visto a los funcionarios entregar maquinarias? Podríamos sospecharlo también en esta ocasión, porque el intendente de Los Toldos (cabecera de Viamonte) es un radical llamado Franco Flexas, que milita en Cambiemos.
Seguimos leyendo, de todos modos, esta gacetilla. Nos describe que esta entrega de una empaquetadora se inscribe dentro de un programa llamado Proyecto para la Promoción de la Energía derivada de Biomasa (Probiomasa), una iniciativa que involucra no solo a Agricultura sino también a la Secretaría de Energía. El programa cuenta además “con apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)”.
Pero seguimos dudando… No sería la primera vez que son varios los organismos que necesitan negociar sus presupuestos y apelan a pomposos anuncios que finalmente no conducen a nada. Eso es moneda corriente en el Estado Argentino, pero de la FAO sospechamos todavía más, pues es un organismo repleto de consultores que cobran altísimos salarios en dólares. Por algo dedican todo un párrafo de la gacetilla a nombrar, con nombre y apellido, a todos los funcionarios intervinientes. ¿De qué sirve? No están declarando la independencia. Apenas están entregando una empaquetadora.
Parece cada vez más claro que detrás de esta empaquetadora nos están vendiendo un buzón, un paquete…
Pero seguimos leyendo, intrigados en saber por qué razón una empaquetadora merecería una comunicación ministerial. Nos explican: “La empaquetadora de ramas de poda permite optimizar la gestión del arbolado urbano, mejorar la limpieza y recolección en las calles, disminuir a la mitad los costos de operación, eliminar la necesidad de destinar espacio a la disposición final; y generar energía térmica industrial, en línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 7 de garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos”.
La pucha… haberlo sabido antes.
Recién sobre el final la gacetilla se va poniendo jugosa. Solo hay que lograr atravesar un farragoso párrafo de los organismos y otro de los funcionarios que firmaron la carta de intención. Después de eso se nos informa que un árbol es capaz de absorber hasta 150 kilogramos de CO2 (dióxido de carbono) al año, pues aprovecha el carbono para crecer. Eso , entre muchos otros beneficios, como que “reduce el consumo de aire acondicionado en hasta un 30% y ahorra en calefacción hasta un 50%”. Pero para que todo funcione, hay que hacerle una buena poda de mantenimiento.
Es ahí donde esta experiencia piloto en Viamonte comienza a parecerse a una noticia. En la gacetilla se informa que el Municipio adjudicó el servicio de poda a una empresa llamada Lignis y que la misma incorporará esta empaquetadora a sus operaciones de poda y recolección. “El equipo genera paquetes cilíndricos, a partir de las ramas de poda, que mejoran sensiblemente su densidad y facilitan el transporte, manejo y disposición”, se nos explica.
No queda claro cómo sigue el recorrido, pero se supone que los paquetes de ramas quedan en poder del municipio, que tiene una posibilidad de negocio a la vuelta de la esquina. “Una vez que los residuos de poda son empaquetados y acopiados temporalmente por el municipio, se transforman en un insumo para la industria de la biomasa”, nos cuenta Agricultura.
La madera “se puede comercializar en forma de fardos o chips; implementar sistemas de calefacción en calderas para uso residencial o industrial o desarrollar un programa de leña social para poblaciones vulnerables. El combustible obtenido es de excelente calidad y bajo costo”, añade el documento oficial.
Suponemos a esta altura que entonces esto de la empaquetadora forma parte de una experiencia piloto para demostrar que puede ser viable un nuevo modelo de gestión de los residuos de la poda en todos los municipios del país. Eso sería otra cosa…
Nos lo dice la gacetilla casi al final: “El Municipio es un caso ejemplo con potencial para replicar en otras ciudades”.
Y apunta la gacetilla que el partido de General Viamonte cuenta con una población de 18.232 habitantes, una superficie total de 215.000 metros cuadrados y un volumen de material de podas cercano a 1.100 toneladas anuales. Eso significa que por cada habitante podrían recuperar unos 60 kilos de leña para generar energía. Son de sus árboles. Le corresponden.
Pero lo más importante nos lo dicen recipen en el párrafo final. Cuenta la gacetilla que en el marco del Probiomasa “se analizaron 584 localidades aledañas (en una superficie de 3.160 kilómetros cuadrados), con similares condiciones climáticas”. En ese territorio inmenso se podría disponer de residuos de poda potencialmente aprovechables como biomasa por 1.045.000 toneladas. Un millón de toneladas.
Nos sorprende la nota tan extensa que pudimos hacer a partir de una información que parecía insípida y nos llenaba de dudas. Finalmente la empaquetadora de General Viamonte era mucho más valiosa de lo que supusimos.
Si logra contagiar a ciudades vecinas con el ejemplo, bienvenida sea esta empaquetadora. ¡Y que los políticos nos empaqueten a todos!
Estimados! ante todo me alegro mucho que se hayan hecho eco de la experiencia!
La nota de origen cuenta el final de un trabajo de cuatro años de duración. Nuestra empresa Lignis SA, se especializa en desarrollar cadenas de abastecimiento de biomasa y convertir industrias a biomasa. Después de varios años de no encontrar la forma de poder captar eficientemente la poda urbana como fuente de biomasa dedicamos un año entero en 2015 a diseñar una solución. La empaquetadora fue consecuencia de este proceso. La misma fue desarrollada por nuestro equipo, con ingeniería nacional, 100% de materiales locales, y en un taller de Junín con el apoyo de algunas PyMEs locales. En 2016 la patentamos y comenzamos a testearla en distintos municipios. El proyecto implica que los municipios se conviertan en “patios de biomasa” donde los fardos de ramas son la materia prima para generar combustible. Esto permite ordenar, desestacional la oferta y garantiza el secado de la biomasa (sin costo financiero para las empresas) lo que hace que sea una biomasa de calidad muy superior a la media del mercado. (esa foto que ven es un basural de ramas…imagínense). Actualmente las ramas se llevan a basurales y se entierran (CH4) o queman (CO2) sin ningún aprovechamiento de esta energía en prácticamente todos los casos. El Probiomasa conoció el proyecto y nos propuso apoyarnos pero con la condición que completemos un ciclo que incluya la conversión a energía (si bien la lógica era aplastante, al probiomasa le interesa la energía a nosotros nos supuso un reto grande por que fue dar 10 pasos de un proyecto “de una”). La experiencia que se hizo fue, empaquetador toda la poda de dos años, medir el volumen, caracterizar la calidad en laboratorio y utilizar la biomasa para alimentar una industria local. Cuál fue el resultado? descubrimos que los residuos de poda de un año de Gral. Viamonte puede sostener la demanda de energía de todo el año de un equipo secador de una aceitera por extrusión durante un año. Como bichos de campo saben la cantidad que hay de estas industrias que hoy a glp la están pasando mal. Bueno, les cuento que tenemos una solución.
Nuestro sueño es lograr armar clústers que integren este proyecto, Viamonte fue el primer paso. Actualmente estamos replicando la experiencia en Pilar (BA), Magdalena (BA), Berazategui (BA) y posiblemente estaremos en Lincoln en breve. Gracias a nuestra metodología actualmente estos municipios pueden ya rentabilizar la biomasa que generan, pero esta es solo el primer capitulo de esta historia.
Espero que esta sea la primera de muchas notas que harán de este tema. Saludos!