Tal como adelantamos en Bichos de Campo, la situación del mercado internacional de soja es explosiva. Pero mientras que en EE.UU. los valores de la oleaginosa suben por ascensor, en la Argentina van pasito a pasito por la escalera.
Hoy el contrato Soja Mayo 2022 del CME Group terminó en 641,8 u$s/tonelada con una suba intradiaria de 11,1 u$s/tonelada, al tiempo que la posición equivalente en el argentino Matba Rofex finalizó en 451,5 u$s/tonelada con un alza de 3,6 u$s/tonelada.
La razón de ese fenómeno es que el poroto de soja argentino, si bien tiene un valor FOB oficial –determinado por el Ministerio de Agricultura de la Nación– de 671 u$s/tonelada, además de tener un derecho de exportación del 33,0%, cuenta con otras pesadas “mochilas”.
La industria aceitera debe realizar este año un aporte de al menos 190 millones de dólares para financiar el “fideicomiso aceitero”, el cual fue creado por el gobierno nacional para subsidiar el precio mayorista de los aceites refinados de soja, girasol y sus mezclas en envases de hasta cinco litros que se comercialicen hasta el 31 de enero de 2023 en el mercado interno.
La industria aceitera perdió competitividad luego de que el mes pasado se aplicara un aumento de dos puntos a los derechos de exportación de la harina y el aceite de soja con el propósito de crear un “fondo estabilizador” del precio de la harina de trigo destinada al mercado interno.
Al quitar poder de compra a la industria aceitera, que es el mayor demandante –por lejos– del poroto en el mercado argentino, la consecuencia directa resultó en una caída de los precios ofrecidos por la oleaginosa.
El impacto de ambas medidas en la actualidad es un descuento del orden de 15 u$s/tonelada sobre el precios FAS de la soja, lo que implica que, tomando la referencia del valor correspondiente a mayo próximo, el valor, en lugar de 451,5 u$s/tonelada, podría ubicarse en torno a 465 u$s/tonelada si solamente rigiese un derecho de exportación del 33% sobre el poroto.
Vale indicar que en la actual coyunta la industria aceitera en general no tiene apuro alguno por originar mercadería, dado que, según el último dato oficial, al 13 de abril pasado contaba con compras de soja 2021/22 por 11,4 millones de tonelada, mientras que lleva registradas exportaciones para la presente campaña de apenas 4,95 millones de toneladas de harina de soja.