A pocos días de que venza la concesión d las tareas de dragado de la Hidrovía, por donde salen el 80% de las exportaciones agroindustriales de la Argentina, crece la incertidumbre por ver qué sucederá con esa vía navegable y quién asegurará su profundidad.
Guillermo Wade, gerente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (CAPYM), cree que el país tiene que aprovechar este momento para darle una vuelta de tuerca al asunto. Cree que si bien fue positivo concesionar la hidrovía y transformar un sistema que antes era estatal en uno de peajes, el concesionario finalmente no hizo demasiados cambios a la vía navegable.
“Las renegociaciones del contrato de concesión deberían haber derivado en una contraprestación, pero hace 15 años que el río sigue igual. Queremos que la vía tenga una profundidad tal que permita que naveguen buques de hasta 40 pies”, remarcó.
De todos modos, y más allá de la discusión en torno a los costos del peaje actual que rige para navegar sobre la Hidrovía y sobre si estos son bajos o altos, en general los usuarios a los que Wade representa a través de CAPyM están “satisfechos” con lo realizado hasta ahora.
Mirá la entrevista completa a Guillermo Wade:
Wade destacó que “ahora los barcos salen calando 10,30 metros de los 8 metros previos”, en alusión a que esto permite cargar más los buques, de modo tal que los barcos se van hundiendo y agrandando el calado, es decir, la profundidad de agua necesaria para que un buque flote libremente.
Si la vía navegable profundizara su calado, Wade consideró que “se podría sacar todos los barcos cargados con aceite y con harinas completos desde aquí arriba y no necesitarían ir a un segundo puerto, con lo cual se bajaría el costo del flete. Obviamente Necochea y Bahía Blanca ya tienen su región desde donde captan, pero creo que podríamos salir directo e incluso evitar ir a los puertos del sur del Brasil. Esto repercutiría en un mayor precio al productor”, concluyó.