¿Qué es Stine semillas? Una empresa semillera nacida en Iowa, Estados Unidos, cuando nadie apostaba un mango por la soja. Harry Stine lo hizo hasta convertirse en “uno de los nombres más reconocidos y respetados en la industria semillera” de su país.
¿Por qué tomaría Stine la decisión de desembarcar en el negocio semillero de la Argentina, donde la falta de un marco legal adecuado implica que los semilleros especializados en soja renieguen porque no pueden cobrar por la tecnología que incorporan a las simientes?
Contestó Ignacio Rosasco, director general de Stine para Sudamérica, que la empresa decidió involucrarse en el mercado argentino incluso a pesar de no tener actualizada su ley de semillas, ya que la que hay data de 1973, cuando ni siquiera se sabía de la biotecnología. “Confiamos y decidimos apostar principalmente en introducir nuestra genética y en afianzar una relación con los productores”, enfatizó.
Acerca de las diferencias de marco legal en la industria semillera entre Estados Unidos, donde está radicada la compañía madre de Stine, y la Argentina, Rosasco declaró que “no hace falta aclarar que es abismal, sobre todo el de Argentina, ya que tanto el de Uruguay como el de Brasil, donde también nos encontramos, están bien. Pero a pesar de esto, confiamos en nuestro programa de Genética de Soja, porque le aportara a la Argentina un dinamismo no existente al día de hoy”.
La empresa especializada en genética de soja con sede en Iowa presentó este viernes su programa para soja y maíz en la Argentina durante el 28° Congreso de Aapresid. Myron Stine, actual presidente de Stine en Estados Unidos, e hijo del fundador de la compañía habló concretamente acerca de la nueva tecnología Enlist E3, su caballito de batalla para ingresar al país. Se trata de un evento para el control de malezas en soja que desarrolló la firma en 2008 junto a Dow Agrosciences, hoy Corteva.
“Enlist E3 es uno de los programas más fáciles y eficientes en el control de malezas. Tiene tolerancia al glifosato, al glufosinato, también a un nuevo 2,4 D Colina, y prácticamente no tiene volatilidad. Es decir que cuando se aplica, no se vuela a ningún lado. Por todo esto es la mejor plataforma de control de malezas en soja”, remarcó Myron.
Rosasco comentó que la compañía norteamericana desembarcó en Argentina en 2017, luego de haber estado más de 25 años en el país a través del germoplasma local en soja y de la producción contra estación. El objetivo de instalarse en el país es desarrollar y comercializar sus propios híbridos de maíz, y a partir del próximo año también sus variedades de soja con la nueva tecnología EnlistE3.
“Stine es una empresa familiar. Conocí a Harry hace más de 20 años, haciendo trabajos de contra estación, y trabajando fuerte en maíz y soja. Y tantas locuras que hicimos, nos permitieron desembarcar en Sudamérica en 2017”, contó Rosasco. Acerca del trabajo de Stine en el resto de Sudamérica, el directivo explicó que llegaron primero a Argentina y Uruguay, y en 2019 lo hicieron en Brasil. Hoy tienen dos programas de mejoramiento en la región, para maíz y para soja.
Justo antes de ese período, el directivo local de Stine recordó los estudios que hicieron con maíz: “Un amigo mío que tiene campo en la región sur de Buenos Aires buscaba genética de maíz de alto potencial de rendimiento y comparando latitudes le dije que tenía que ensayar genética americana, para ver si se adaptaba a la ventana de siembra. Finalmente le trajimos un par de híbridos americanos, y vimos que la genética americana, cruzada con lineas argentinas, adaptadas a distintos ambientes, nos daba una posibilidad muy amplia en el cultivo del maíz”.
Acerca de los orígenes de la empresa, el padre de Myron, Harry Stine, se juntó con Bill Eby a mediados de los ´60, e hicieron cimientos junto a otros semilleros, en lo que fue uno de los primeros programas de mejoramiento de soja en el mundo. En ese momento, no había mucho interés por la soja.
A inicios de los ´70 hubo cambios en ese programa de soja, y desde ese momento Bill y Harry se abrieron camino solos. Para finales de esa década, ya tenían algunas lineas de soja buenas, de modo que pusieron algunas en ensayos de la Universidad de Iowa, en donde resultaron ser las mejores sojas. “Hicieron eso porque entendían que de ese modo los productores verían su superioridad, y el teléfono empezaría a sonar. Bueno, cuando mi papá hizo esto en 1978 me dijo que el teléfono le sonó una sola vez, por eso entendió que necesitaba un brazo comecial, y en 1979 creó Stine Seed Company”, recordó Myron.
Pero Harry Stine no sólo quería que otros productores vieran los materiales sino también otras compañías. “En ese momento si no tenías una marca de soja empujando el cultivo era difícil ganar el interés de otras compañías de semillas. Cuando la soja comenzó a superar 1 o 2 bushel por acre, eso hizo que otras compañías decidieran incorporar estas lineas de semillas para sus marcas, y a partir de allí Harry quiso licenciar materiales a otras compañías. De esta manera, la marca Stine pudo empujar sus ventas, y para mediados de los ‘ 90, la mayoría de la genética de semillas de soja en Estados Unidos, surgían del programa que habían creado Harry Stine y Bill Eby”, manifestó Myron.
Luego la compañía de Harry y Bill empezó a hacer negocios con Monsanto, que en ese momento tenía un evento para herbicidas en soja en el que empezaron a explorar, lo que fue otro salto para Stine. “Hoy nuestra compañía de mejoramiento trabaja con todas las plataformas de biotecnología de soja que existen en el mundo. Esa es la razón del éxito de nuestro programa de mejoramiento genético”, resaltó Myron.
En el negocio de variedades de soja, Rosasco, que dirige la compañía en Argentina, explicó que “hay un montón de variedades que funcionaron muy bien, durante varios años, por lo que estamos muy entusiasmados de crecer y volvernos un jugador muy importante allí, en esto de llevarle nueva genética a los productores de Sudamérica”.
En cuanto al negocio de variedades de maíz, Rosasco reconoció que “recién estamos metiéndonos de lleno”, aunque se mostró expectante en alcanzar rápido los resultados que quieren. “Lo más importante es que trabajamos en seleccionar los mejores materiales genéticos para ofrecerlos al productor con el menor costo posible; nuestro enfoque es crear múltiples combinaciones genéticas junto a las empresas de biotecnología”, resaltó.