La lechería argentina está pasando por un buen momento. Pero buena parte de esa realidad está asociada a relaciones de intercambio favorables promovidas por un impuestos nefasto y distorsivo: los derechos de exportación.
¿Qué sucedería con los tambos si ese tributo dejase de existir? Esta es la pregunta que intentó contestar el área de Lechería de CREA en una jornada en formato virtual organizada recientemente.
En el evento Ignacio Laulhe, asesor del CREA Tambero Mar y Sierras y del CREA Quesero, realizó un análisis de sensibilidad sobre relaciones de precios para evaluar posibles impactos en el sector relativos a reducción o eliminación de derechos de exportación sobre los granos.
En el ejercicio 2023/24 el promedio de la relación balanceado/leche se ubicó en 1,54 kilogramos de alimento por litro de leche y actualmente se encuentra en torno a 2,0. El promedio histórico de la última década al respecto es de 1,6.
“Sin retenciones, la relación balanceado/leche se estabilizaría entre 1,3 a 1,4 kilos por litro considerando las relaciones promedio históricas”, proyectó Laulhe. “En tal escenario, los tambos intensivos deberán afinar al máximo sus eficiencias de conversión y aprovechar la dilución de costos fijos”, añadió.
En lo que respecta a los tambos de base pastoril, serían los mejor posicionados en esa coyuntura potencial, aunque podrían correr el riesgo de perder competitividad en caso de verse tentados a reducir o eliminar el uso de concentrados.
“Al analizar la respuesta productiva a concentrados, se observa que las pendientes más pronunciadas se registran en los sistemas pastoriles, por lo que se trata de una variable clave para ser monitoreada en caso de un cambio de escenario”, remarcó.
En cuanto a los modelos pastoriles con uso de ración, con un escenario de quita de derechos de exportación agrícolas deberían redefinir su estrategia, en lo que respecta a gestión de costos o volumen de producción, para poder seguir siendo competitivos.
Un factor por considerar es que una reducción o eliminación de los derechos de exportación también incrementaría el arrendamiento o costo de oportunidad de la tierra, ya sea por un aumento directo de aquellos casos en los cuales los alquileres se determinan en qq/ha de soja o bien por un ajuste del valor promovido por una mayor presión de demanda de las empresas agrícolas.
En el ámbito de la red CREA conviven prácticamente todos los modelos de producción lechera presentes en las diferentes regiones productivas argentinas, lo que permite, al compararlos, elaborar diagnósticos con una gran cantidad de información útil. Por eso, uno de los momentos mas esperados en el año es el análisis de las gestiones lecheras CREA.
En ese sentido, el equipo de técnicos del Área de Lechería de CREA terminó de sistematizar recientemente las gestiones 2023/24, donde es factible observar que en el último ejercicio, al analizar el margen bruto en dólares por litro producido, los tambos pastoriles registraron en promedio un indicador 33% superior al de las empresas de base pastoril con uso de mixer (RPM), al tiempo que fue un 113% más elevado que en el caso de los tambos intensivos con vacas en corrales o galpones.
“Eso no debemos leerlo como que un sistema es mejor que otro, porque es necesario también considerar los resultados obtenidos con los objetivos trazados por la empresa”, comentó Ignacio Carnevale, consultor privado y coordinador de los CREA PDA y GL.
En los tres grupos (pastoril, pastoril con mixer e intensivo) el resultado 2023/24 no estuvo explicado por el ingreso o por variables productivas tales como producción individual, carga animal o la relación entre la vaca en ordeñe y la vaca total (VO/VT), sino por la gestión de costos de producción.
“La coherencia define el éxito de la empresa al gestionar recursos en función del sistema de producción elegido. La elección del sistema debe estar alineada con la capacidad financiera, la disponibilidad de personal calificado, la capacidad gerencial y el nivel de tolerancia al riesgo”, expresó Carnevale.
También se analizó el resultado por modelo y región para visualizar que en 2023/24 los casos más destacados en las regiones CREA Este, Oeste y Semiárida fueron los tambos de base pastoril, mientras que en Sur de Santa Fe fueron los más intensivos.
“No existe un sistema productivo mejor que otro. El sistema es bueno cuando se gestiona en sintonía con los objetivos empresarios, los cuales pueden estar sustentados en la eficiencia de costos o bien en la maximización del volumen”, señaló.
En ese sentido, es importarte tener en cuenta que, en la muestra evaluada, los tambos pastoriles registraron una producción promedio de 13.000 a 14.000 litros diarios, mientras que los pastoriles con uso de ración se ubicaron en un rango de 15.000 a 16.000 litros diarios y los intensivos en torno a 24.000 litros diarios.
Además se evaluó la performance de cada empresa según modelo y escala productiva para detectar patrones divergentes en distintas situaciones.
El análisis comprende el costo de oportunidad de la tierra, para lo cual se tomó un valor representativo, aunque vale aclarar que el mismo es variable entre empresas, dado que en algunos casos está asociado al cotización de la soja, en otros el precio de la leche y también existen situaciones en las cuales se contempla una canasta de productos (leche, hacienda y granos).