Aunque su apariencia puede ser la de una jaula, el dispositivo que el equipo de Metalúrgica Don Demetrio (MDD) exhibió durante la última edición de la Exposición Rural de Palermo se trata en verdad de un modelo de gallinero móvil, que en línea con la corriente de la ganadería regenerativa ha mostrado grandes resultados en la cría de gallinas “libres de jaula”, bajo el paraguas del bienestar animal.
“Tratamos de encontrarle la vuelta a tener gallinas en el patio de la casa, y volver a tener el gallinero que teníamos cuando éramos chicos. Pero este es móvil, totalmente desarmable y tiene una puerta electrónica. La idea es que la gallina no esté encerrada en una jaula y confinada, sino que esté pastoreando, acompañando a la ganadería regenerativa”, explicó Luis Gómez Llambi, presidente de Metalúrgica Don Demetrio, a Bichos de Campo.
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Haciendo uso del concepto de gallinas felices, el empresario explicó que estas aves pueden estar sueltas en el campo, alimentándose de los insectos y larvas que puede atraer el bosteo de los animales, sin agotar la parcela ya que el gallinero puede relocalizarse a diario.
“El carro va siguiendo a las vacas en las parcelas. Las gallinas realizan un control natural de las moscas, al comerse las vacas, y les sirve también de proteína. En esto es clave el movimiento porque si dejamos el carro estanco en el mismo lugar, la gallina come tanto que se termina comienzo hasta las raíces y la tierra queda pelada. Y en esto de regenerar y moverlas hacia otra parcela, es impresionante el rebrote y la fertilidad que genera la gallina”, afirmó Llambi.
Otro aspecto a destacar es también la protección que este gallinero ofrece a los animales contra los depredadores.
“A la noche tenés la posibilidad de que una comadreja, zorro, peludo u otro depredador normal que ande en el campo te coman una gallina. Con esto eso se controla muy bien. Y además, podemos sumar un cerco eléctrico mediante una red, para que durante el día ellas tengan más amplitud en el campo y estén seguras”, indicó el metalúrgico.
-Cuando pasan los visitantes y miran esta jaula, ¿cómo le explicás que los animales están bien cuidados y que detrás hay un concepto de bienestar animal?– le preguntamos.
-Ya cuando ven el tipo de puerta y las ruedas que tienen, se empiezan a dar cuenta del asunto. De hecho, una de las primeras preguntas que nos hacen es cuántas gallinas se pueden poner. Y la respuesta siempre es “depende”. Depende de cuánto tiempo las vayas a dejar dentro del gallinero, si por ejemplo te vas un fin de semana y temes que venga un depredador.
-¿Cómo es que llega una metalúrgica a empezar a diseñar esto? ¿Cómo se une la metalurgia y el agro?
-Nosotros arrancamos con una fábrica de bisagras para tranqueras, torniquetas, y anexamos en un momento los comederos creep feeding para la hacienda. A mí me gusta mucho la ganadería, de hecho hacemos algo de ganadería regenerativa. Tenemos un campo en donde mostramos todo lo que hacemos muy cerquita del pueblo. Entonces cualquier persona que quiere ver algún producto nuestro, lo puede ver funcionando. Nos sirve porque le vamos corrigiendo fallas al producto final y logramos tener uno mejor cuando lo vendemos. Santiago Debernardi fue quien nos compró un comedero y nos pidió que les hagamos uno para gallinas. Luego nos hizo hacer un carro y la verdad es que se armó algo muy lindo. Es el tercer año que venimos a la Rural y todavía la gente se sorprende.
Muy bueno, saludamos desde perú su logro, ya quisieramos hacerlo aqui.