Gustavo Feldman es abogado penalista y uno de los impulsores de la causa penal por estafa que se lleva adelante en los tribunales de Rosario contra los ex directivos de la concursada Vicentin SAIC. De su trabajo derivó una propuesta que espera que pronto sea recepcionada por algún legislador provincial: incorporar al Código Penal el delito de “estafa granaria”.
“El mercado granario es uno donde la confianza y la palabra tienen un valor muy significativo. Es una actividad tan estratégica y tan importante, no solo para la cuestión económica, sino para la entretela social, que a mí me parece que es lógico”, dijo a Bichos de Campo Feldman.
La propuesta del abogado es sumar un apartado al artículo 172 bis al Código Penal y fijar una pena específica para este tipo de delito. “La estafa tiene dos características siempre: el ardid o engaño y el perjuicio. Lo que yo propongo es que cuando el esquema estafatorio se produce en el marco de un negocio o contrato de comercialización de granos, tenga una pena de 2 a 7 años, mientras que la estafa común es de 6 meses a 6 años”, explicó.
Además, se incorporaría una multa obligatoria correspondiente al triple del perjuicio causado y se crearía un “Registro de Estafadores Granarios”.
“Este tipo de estafa consiste en simular una determinada condición económica, un poderío económico y estabilidad financiera, apropiarse el grano ajeno, comercializarlo, usarlo y no pagarlo. Es lo que se llama el negocio criminalizado”, indicó Feldman.
En el caso Vicentin, agregó el abogado, los representantes legales de Vicentin plantearon que la cesación de pagos se debió a una “concatenación de eventos desafortunados, cuando no hay ninguna cuestión desafortunada, porque acá hubo toda una maniobra para apropiarse del grano ajeno, así como hubo otra maniobra para simular otro estado de cosas y poder conseguir los créditos de los bancos extranjeros”.
El abogado confirmó a este medio que ya han mantenido algunas conversaciones con legisladores en torno a la propuesta y espera que la misma pueda transformarse en un proyecto en un futuro cercano. Antes de Vicentin, hubo otros resonantes casos que podrían encuadrarse en esa figura penal, sobre todo con empresas acopiadoras y los denominados “correacopios”.