Algunos productores agropecuarios de la zona de Las Breñas, en el Chaco, se concentraron este sábado a la vera de una ruta para expresar su repudio a las declaraciones de Felipe Solá respecto de una posible intervención en los mercados, ya sea vía una Junta Nacional de Granos o con mayores retenciones, en caso de que se imponga finalmente en las elecciones la dupla presidencial de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
“Nunca más volver al pasado”, escribió el productor que envió fotos de la protesta a Bichos de Campo.
Mientras esto sucedía, en mayor número la red nacional de productores agropecuarios, que conserva parte de los productores que se manifestaron en las rutas en el conflicto de 2008, preparaba un comunicado que, a pasar de apuntar sus dardos contra la posibilidad de que un gobierno peronista vuelva a agredir al sector productivo, tampoco ahorraba críticas a la actual gestión de Mauricio Macri.
“La producción agropecuaria sigue siendo afectada por la presión tributaria más alta de la Argentina y probablemente del mundo. Pagamos todos los impuestos y además tenemos retenciones que no se cobran en ningún país. Es verdad que Macri eliminó insólitas trabas y cierres de exportación, ROEs, cepos y desdoblamiento cambiario y redujo retenciones. Los resultados fueron increíbles. En un año se pasó de la desaparición de las siembras de trigo y maíz a récords históricos y del colapso de la ganadería que nos hundió al puesto 13 detrás de Paraguay y México a una recuperación sostenida”, dice ese documento.
De todos modos aclara: “No es verdad que la eliminación de un perjuicio insostenible constituya un beneficio. La frase induce a error al hacer pensar que el campo goza de prebendas en relación a otras actividades, cuando aún ocurre todo lo contrario. Y deja mal parado a Macri”.
Según esta documento de los Autoconvocados, esta falacia de que Macri favoreció al campo, termina alentando “diagnósticos y recetas erradas como la del funcionario menemista, duhaldista, kirchnerista, antikirchnerista, compañero de fórmula de Macri y Narvaez y más tarde nuevamente kirchnerista (nos referimos al inefable Felipe Solá) quien acaba de proponer un combo de recetas bolivarianas, algunas de triste memoria entre nosotros, tales como el desdoblamiento cambiario, el aumento de las retenciones y el regreso de las Juntas que estancaron por décadas a la agroindustria argentina”.
Desde esta óptica, “si algún problema hubo con las retenciones no fue haberlas eliminado o reducido en parte; sino no haberlas eliminado completamente, al no atacar el nudo gordiano de nuestra cuasi centenaria decadencia: un gasto público desorbitado, una presión impositiva asfixiante y un progresismo que se niega a aceptar el principio de realidad para seguir medrando del estado y sus externalidades”.