Desde las ocho de la mañana distintos grupos de autoconvocados comenzaron a reunirse en los puntos de encuentro pactados, para iniciar su traslado hacia Buenos Aires. El objetivo es empalmar su recorrido con los tractores que desde ayer se encuentran dentro de la Capital Federal, listos para dar comienzo a la marcha que tendrá como destino final la Plaza de Mayo. Si bien por el momento la concurrencia no es masiva, se espera que en el transcurso del día se sumen a la movilización manifestantes de la ciudad.
Bichos de Campo estuvo presente en el cruce de la Ruta 9 y la 193, a la altura de Zárate, donde habló con productores de distintas localidades que se preparaban, con sus camionetas y autos particulares, para partir hacia la ciudad en presencia de unos pocos móviles policiales.
“Desde el 2020 que estábamos con ganas de ir hacia Buenos Aires. Tenemos un montón de reclamos, tanto como productores como por ciudadanos. Estamos tapados de impuestos. Hoy necesitamos que no sólo no coloquen más, sino que los bajen los que están. Estamos complicados y producir así es inviable”, dijo a este medio Andrés Congolani, productor agrícola de María Susana, en Santa Fe.
Por su parte Andrés Borzini, productor de la localidad de Villa Rosario, Córdoba, dijo: “No es una marcha partidaria ni en contra del gobierno, es solamente porque queremos trabajar, producir y que no estén continuamente tironeando de la gente del campo”.
“Nosotros no queremos dejar de aportar lo que corresponda, pero tampoco queremos que nos asfixien. Al campo le sacan cuando viene todo bien y cuando viene todo mal se olvidan y siguen sacando. Nos sacan en la pérdida. Es complicado seguir trabajando así, es complicado subsistir como pequeño o mediano productor. No queremos desaparecer. Queremos seguir produciendo alimentos para nuestro país tranquilos”, agregó entre lágrimas.
Desde Lima, en Buenos Aires, la productora Malena Carreras afirmó a Bichos de Campo: “La protesta es para que se acuerden de nosotros, para que bajen los impuestos y quiten las retenciones. No nos dan los costos y bajaron los rindes entre la seca de este año y la del anterior. Para producir se necesita mucho dinero. Además cualquier rotura es un gasto terrible: este año una cubierta estaba alrededor de un millón de pesos y encima no se consiguen. Esperemos que nos escuchen un poco haber si nos ayudan”.
Cobertura: Nicolás Razetti