Convencidos de que la carne ovina debe comenzar a jugar en las ligas mayores del consumo local, como sucede con la carne vacuna, el pollo y el cerdo, los criadores argentinos de la raza Hampshire Down tienen decidido armar una marca común para tratar de conquistar nuevas porciones del mercado.
“Nos pusimos como objetivo este año, en 2025, presentar la marca. Será una marca que agrupe a todos los productores de Hampshire Down. Es una marca que ya tiene la asociación, que se llama Cordero Cara Negra. La idea es comenzar en la Expo Ganadera Palermo 2025, con ofrecimiento de carne al público, y obviamente después ir ganando el mercado particular”, comentó el nuevo presidente de la Asociación de Criadores de esa raza carnicera, Carlos Laborde.
Que agregó: “La idea es ir incorporando cada vez más productores, siempre que sean de Hampshire Down. Estamos con las puertas abiertas desde la asociación, para que todos puedan vender sus animales y poder así sacar una carne certificada”.
-¿Es un poco el recorrido que hacen las razas bovinas? Por ejemplo, Angus lo ha hecho con su carne certificada.
-Tal cual. Sinceramente siempre cuando me preguntan sobre la raza Hampshire, siempre digo que es el Angus de las ovejas. Entonces, estamos tratando de recorrer el mismo camino que hizo Angus. Sin ir más lejos, sin inventar nada, tratar de copiar lo que ha funcionado, y meterle mucha garra y mucha pila a todo esto.
En la Argentina, que es reconocida mundialmente por su carne vacuna, la carne de ovinos ha sido una deuda pendiente, al punto tal que no hay registros certeros sobre el consumo per cápita, debido a que buena parte de la faena se realiza a campo, para la venta directa, y en general se hace sobre corderitos y no sobre animales pesados, que proporciones mayor cantidad de carne por cabeza. Por eso, el plan de la carne con marca apunta básicamente a crear otro tipo de cultura de consumo, de carne ovina en cortes.
A campo, según un informe de los propios criadores, la carne ovina “emerge como una opción prometedora que combina calidad, versatilidad y sostenibilidad”, y además ofrece “a los productores una alternativa rentable y sostenible frente a la ganadería bovina tradicional. Sin embargo, la masificación de su consumo en Argentina enfrenta desafíos importantes”.
Originaria del Reino Unido, la raza Hampshire Down llegó a tierras argentinas hace décadas, adaptándose con éxito a diferentes condiciones agropecuarias. Aunque la cría ovina suele asociarse con la Patagonia, esta raza carnicera ha conquistado el centro del país, ganando protagonismo en provincias como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes.
Laborde, que tiene su cabaña en Rojas, en pleno corazón agrícola de Buenos Aies, destacó que “cuando uno piensa en ovejas, generalmente vienen a la mente las extensas tierras patagónicas. Sin embargo, el Hampshire Down ha demostrado ser una raza versátil, con un rendimiento cárnico que ha captado el interés de los productores en la región centro”.
La asociación que preside cumplió en 2024 su 80º aniversario y en La Rural de Palermo, los ovinos pisaron por primera vez la pista central. La presencia de la jueza británica Allison Halcrow , como jurado principal, agregó un valor simbólico, consolidando los lazos entre Argentina y la asociación madre en el Reino Unido.
Consolidar la posición del Hampshire Down como referente en la producción ovina es el objetivo principal para 2025 y la participación en la nueva edición de La Rural de Palermo volverá a ser una vidriera clave. “Palermo es nuestra gran plataforma para mostrar al público las bondades del Hampshire Down”, afirmó Laborde.
La conquista del mercado es desafiante. Actualmente, la carne ovina se percibe como un producto estacional o gourmet, limitado a ocasiones especiales. “Debemos transformar la cría ovina en una unidad de negocio sostenible y garantizar su presencia en góndolas y mesas argentinas, al igual que ocurrió con la carne de cerdo”, señaló Laborde. La falta de promoción, la estacionalidad de la producción y la escasez de frigoríficos especializados son algunos de los obstáculos que enfrenta el sector.
Para revertir esta situación, se trabaja en estrategias que incluyen la promoción de cortes menos conocidos, como el cordero entero o los cortes al vacío, ideales para preparaciones caseras. Estas iniciativas no solo buscan educar al consumidor, sino también diversificar las opciones disponibles en el mercado.
Desde el punto de vista ambiental, la producción ovina presenta ventajas significativas. Comparada con otras carnes, su huella de carbono es menor, y su manejo contribuye a la conservación del suelo y los recursos naturales. Además, para los pequeños productores, el ovino representa una opción viable, con menores costos de inversión y una rotación más rápida.
“En el espacio que ocupa una vaca, pueden criarse hasta 12 ovejas, y su producción es tres veces más rápida que la de un ternero”, destacó Laborde. Estas características hacen del Hampshire Down una opción ideal para regiones con suelos menos productivos o climas adversos, aportando rentabilidad y sostenibilidad a la producción agropecuaria.