Las estadísticas de la cosecha de peras y manzanas realizadas durante el primer cuatrimestre del año, en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, han arribado. De acuerdo con los datos elaborados por el Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y la secretaría de Fruticultura de Río Negro, la temporada se ubicaría en torno a las 969.800 toneladas de fruta, un volumen apenas 2% más bajo en términos interanuales, que esconde grandes diferencias entre los rendimientos de estas dos frutas.
Según dio cuenta el sitio especializado Mas Producción, la cosecha comercial de peras se ubicó –hasta el 30 de abril- en torno a las 582.500 toneladas, lo que supone un crecimiento del 2% respecto de 2023, y el volumen más alto tomando como referencia las últimas cinco temporadas.
En lo que respecta al destino de esa fruta, las exportaciones mostraron un leve crecimiento de poco más del 2%, mientras que el mercado interno acusó una fuerte caída, en torno al 24%, así como la industria, en torno al 15%.
El dato más destacado sería sin embargo el incremento registrado en el stock de peras almacenadas, que de acuerdo a la estadística oficial ronda las 229.500 toneladas, un volumen 28% superior al de la temporada anterior y un récord para la última década, lo que abre interrogantes de cara al segundo semestre del año.
Las manzanas, por su parte, acumularon hasta el último día de abril un total de 387.300 toneladas cosechadas, lo que refleja una caída cercana al 8% en relación al año anterior. En términos absolutos, las pérdidas serían de unas 33.000 toneladas.
Al igual que ocurrió con las peras, las exportaciones mostraron un crecimiento, esta vez en torno al 17%.
Lo destinado al mercado interno también mostró una suba en torno al 4%, sin embargo la industria registró un desplome considerable. A ese destino se orientaron 79.500 toneladas de manzana, lo que supone una caída interanual del 35%.