Con el fuerte daño provocado por la sequía sobre la cosecha de granos 2022/23 ya no parece haber dólar soja ni nada parecido que funciones. Si no hay producción pues no hay que vender. Y si no hay que vender no ingresan divisas. Es lo que confirmó el tradicional informa de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) al cierre de abril.
Durante el mes que termina las empresas del sector liquidaron la suma de 2.435 millones de dólares, con una caída del 23% en relación al mismo mes del año 2022, aunque con un repunte de 98% respecto de marzo pasado.
Pero el dato más evidente de la escasez es el acumulado del primer cuatrimestre del año. “Comparado con el del año pasado, el sector cerealero-oleaginoso perdió ventas al exterior por un valor superior a 5.800 millones de dólares”, ya que las divisas acumuladas este año rondan los 5.200 millones, contra unos 11 mil millones de 2022.
“El ingreso de divisas del mes de abril es el reflejo de un mercado fuertemente afectado por la extrema sequía que ha reducido drásticamente las producciones de la cosecha fina, la producción de maíz de primera y la soja, esta última además con retraso de cosecha”, explicó la entidad agroexportadora, como si hiciera falta.
Pero además agregó un palito para la economía macro, ya que “la inestabilidad del mercado cambiario condiciona el normal flujo de la oferta”.