En el centro de convenciones de Córdoba, y a sala llena, se realiza este jueves y viernes el primer congreso argentino de Forrajes, organizado por la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros (CACF). El sector tiene más de 20 años de historia, pues esa entidad comenzó a organizarse a partir de 2003. Pero recién ahora realiza esta actividad a puertas abiertas para toda la comunidad productiva del país.
“Pasamos de reuniones plenarias internas a un gran congreso, estoy muy feliz por este gran logro”, indicó Fernando Opacak, coordinador general del evento que fue acompañado por los mejores especialistas en forrajes conservados del país y algunos que llegaron incluso desde el extranjero.
Pero si el solo hecho de haber debutado con un congreso nacional ya muestra la importancia que, debido a la intensificación ganadera, están ganando los contratistas especializados en picado y embolsado de maíz, sorgo o alfalfa, los datos aportados por el presidente de la CACF, Luciano Toldo, resultan más que elocuentes.
“En 20 años, la producción forrajera pasó de 90 mil a 2,4 millones de hectáreas”, indicó. Dijo además que de esa superficie se “cosechan” unas 55 millones de toneladas en verde. “Los ensiladores son el eslabón fundamental para la conservación de alimentos en el sector lechero y ganadero. Los contratistas nos capacitamos, invertimos en tecnología y estamos al día con las exigencias del mercado”, celebró.
En el acto de apertura de este congreso –Bichos de Campo publicará varias entrevistas sobre el tema en los próximos días-, Toldo aclaró que los contratistas forrajeros sufren de todos modos las mismas peripecias que los productores rurales y que los contratistas de cosecha para seguir adelante con su trabajo. En ese sentido, hizo un llamado a las autoridades nacionales y provinciales para que se reduzca la presión fiscal sobre todo el sector.
“Es necesario replantear las políticas tributarias para bajar las exigencias y permitir la continuidad del crecimiento de la actividad”, señaló el dirigente. El acto de apertura contó con la presencia del Ministro de Bioagroindustria de Córdoba, Sergio Busso, quien se subió a esa prédica y reclamó a la Nacxión, una vez más, por el final de las “malditas retenciones”.