El organismo oficial Conab ajustó al alza la estimación de importación de trigo por parte de Brasil en el ciclo comercial 2024/25 debido a recortes en la cosecha local del cereal.
Conab ahora espera que Brasil compre 6,20 millones de toneladas de trigo en 2024/25 versus 6,00 millones previstas un mes atrás, lo que garantiza una demanda sostenida del cereal por parte de los proveedores habituales de ese país: Argentina, Paraguay y Uruguay.
Por el momento, esa realidad no se observa en los precios regionales del trigo porque Brasil está consumiendo su propia cosecha. Pero cuando ese recurso se acabe en algún momento del primer semestre de 2025, entonces los valores del cereal deberían comenzar a tonificarse en el ámbito del Mercosur.
La estimación oficial de maíz brasileño 2024/25 muestra números que contribuyen a consolidar al cereal como el producto con mayores perspectivas alcistas: la cosecha prevista en Brasil en 2024/25 sería de 119,6 millones de toneladas para generar una oferta exportable de 34 millones, una cifra dos millones inferior a la registrada en 2023/24.
A pesar de esa caída en las exportaciones, el stock final del ciclo 2024/25 seguiría siendo mínimo (4,9 millones de toneladas) para ubicarse por debajo de los 7,0 y 8,0 millones logrados en 2022/23 y 2021/22 respectivamente.
En lo que respecta a la temporalidad del ingreso de la producción, la primera cosecha –según Conab– sería de 22,6 millones de toneladas, mientras que la segunda finalizaría en 94,6 millones y la de tercera en 2,4 millones. La de tercera se ubicaría en 2,48 mil toneladas.
En lo que respecta a soja, el panorama es inverso: Conab proyecta que Brasil podría lograr una producción en el próximo ciclo de 166,2 millones de toneladas, lo que representaría un nuevo récord histórico.
Si tal proyección se cumple, entonces cabría esperar una oferta exportable gigantesca de soja brasileña 2024/25 de 105,4 millones de toneladas, mientras que los embarques de harina de soja se mantendrían constantes respecto de 2023/24 debido al mayor consumo interno del producto.
Las exportaciones de aceite de soja crecerían porque, a pesar del mayor consumo interno promovido por la elaboración de biodiésel, quedaría un volumen de al menos 1,40 millones de toneladas por embarcar versus 1,30 millones en el ciclo anterior.