El último informe Del Sueldo al Plato de Coninagro volvió a mostrar una postal que se repite en gran parte de las economías regionales: los precios de muchos alimentos básicos vienen corriendo muy por detrás de la inflación, lo que mejora transitoriamente el acceso de los consumidores pero complica cada vez más la rentabilidad de quienes los producen.
El caso más claro es el de la yerba mate. En el último año, su precio perdió un 27,3% en términos reales, mientras que los costos de producción siguieron escalando. El desfasaje se traduce en márgenes cada vez más estrechos para productores que, en su gran mayoría abastecen exclusivamente a los molinos que vuelcan su producción al mercado interno.
Según el relevamiento de la gremial, la cebolla y el tomate también se depreciaron un 55% en términos reales, y el arroz un 43,4%. En todos estos casos, el atraso en el precio de venta no alcanza para cubrir aumentos de insumos, logística y mano de obra.
“Esto es un problema estructural: cuando el precio final se retrasa respecto de la inflación, se licúa el ingreso del productor y se compromete la próxima campaña”, advierten desde el sector cooperativo.
La tendencia golpea de lleno a las economías regionales, donde el mercado interno es el principal destino. Y aunque la inflación en alimentos se mantuvo en junio en apenas 0,6%, muy por debajo del promedio general (1,6%), ese alivio en la góndola no se traduce en sustentabilidad para la producción.
El riesgo, señalan, es que si la ecuación económica no se recompone a tiempo, se frenen inversiones y se reduzca la oferta en la próxima temporada.
Otro caso emblemático es el del aceite de girasol: En este caso, suponiendo que el poder adquisitivo del salario aumentó un 44%, lo que permitió adquirir 105 botellas de 1,5 litros adicionales. En marzo de 2024, el salario alcanzaba para 237 botellas, mientras que en mayo de 2025 se incrementó a 342 botellas.
En el caso de la leche, el incremento fue del 59%, lo que se traduce en 342 sachet de un litro adicionales. En marzo de 2024, el salario permitía comprar 583 sachets, mientras que un año después la cantidad alcanzada ascendió a 925 sachets.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la inflación de junio de 2025 fue del 1,6%, apenas por encima del 1,5% registrado en mayo, consolidando así un segundo mes consecutivo con niveles de inflación inferiores al 2%.
Poné la pava: Las ventas de yerba mate durante el primer semestre crecieron un 16%
Las principales subas del mes se concentraron en los rubros Educación (+3,7%), Servicios públicos (+3,4%), Bebidas alcohólicas (+2,8%) y Recreación y cultura (+2,5%). En tanto, el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas, el de mayor peso en la canasta, mostró un incremento de apenas 0,6%. Con este dato, la inflación acumulada en el primer semestre de 2025 alcanzó el 15,1%, mientras que la variación interanual se ubicó en 39,4%, completando así quince meses consecutivos de desaceleración.
Mirá el informe completo:
Informe.-Del-Sueldo-al-Plato.-Jul-25
Reconozco que no deja de ser cierto que la baja de precios en góndola puede tener consecuencias reales negativas para los sectores productivos, especialmente si no se equilibra con políticas adecuadas o si los costos siguen aumentando. Pero esas acciones necesarias **no son solo responsabilidad del gobierno nacional**. En Argentina existen alrededor de **120 tributos distintos**, y según datos de IARAF, **solo 11 son nacionales relevantes**. El resto corresponde a **provincias** (Ingresos Brutos, inmobiliario rural, sellos) y **municipios** (tasas por hectárea, guías, inspecciones, etc.), que muchas veces afectan **directamente al productor agropecuario**.
Sin embargo, **la nota omite completamente esta estructura fiscal fragmentada**, como si los gobernadores e intendentes fueran espectadores pasivos y no actores con poder de decisión sobre buena parte del costo fiscal y regulatorio que hoy enfrenta el campo. Para mí, eso **sesga la interpretación** y termina cargando toda la culpa sobre las políticas nacionales de estabilización (que podrán ser discutibles, pero no son el único factor en juego).
Entiendo que esta nota funciona más como un anuncio del informe de Coninagro que como un análisis profundo, pero incluso el propio informe **falla en contextualizar** y muestra solo una parte de la realidad. Que ni el medio ni el informe hagan alusión a “la otra parte de la biblioteca” —provincias y municipios— me parece, como mínimo, una **falta de honestidad intelectual** del autor.
Si el objetivo es informar, **hay que mostrar el cuadro completo**, no solo aquel que coincide con cierta línea editorial.