La localidad de Laguna Blanca forma parte de un área natural protegida entre Belén y Antofagasta de la Sierra, subiendo hacia la puna de la provincia de Catamarca. La región ocupa 973 mil hectáreas, en una depresión que se encuentra entre 3200 y 5500 metros sobre el nivelk del mar. Santuario de las vicuñas, su centro es un bellísimo lago rodeado de altas cumbres.
El lugar no puede ser mejor para instalar el proyecto en el que trabajan el ingeniero agrónomo Alejandro Cúneo y otros profesionales del Ministerio de Inclusión Digital y Desarrollo Productivo de Catamarca: instalar allí un ciradero de truchas. Sobre todo porque allí viven muchas familias que necesitan generar ingresos que les aseguren un buen pasar y un arraigo digno.
“Es un proyecto del Procanor, que es un programa nacional para la agricultura familiar en el norte argentino. Y es un proyecto que viene de la necesidad sentida desde la comunidad original de Laguna Blanca, a través de su cacique Mabel Gutiérrez”, relató Cúneo a Bichos de Campo, en una entrevista durante la Feria de la Puna.
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-¿Cuál era la vinculación de la comunidad con la trucha? ¿Se podía ir a pescar?- preguntamos.
-Claro, exactamente. Ellos tienen ahí en el río. En un momento tuvieron un criadero chiquito de truchas, pero tuvieron ahí unos problemas con un alud. Ahora se crea este proyecto para tratar de subsanar eso y que vuelvan a tenerlo a mejor escala.
En el criadero que se está construyendo actualmente habría capacidad para producir tandas de a 2.000 truchas en una primera etapa.
El nuevo criadero estará ubicado sobre el lago, pero a la altura del pueblo que se desparrama desde la montaña hacia las aguas. “La idea también, cuando se creó este proyecto, es que eso sea un punto turístico para que la gente pueda consumir ahí también la trucha, además de venderla en el mercado local y en un futuro tratar de exportarla también”, contó el agrónomo.
En este momento, el Ministerio se ocupa de la construcción de los piletones, obra a cargo del arquitecto Adrián González. Se estima que a mitad de año sea entregada la obra a los productores. El proyecto incluye una capacitación para todos los productores de la zona, para que sea lo más rentable posible para ellos.
-¿Cómo va a ser el funcionamiento después? ¿Lo maneja la comunidad?
-Sí, exactamente, todo lo va a manejar la comunidad. Ellos se encargan de manejar todo. Dentro del proyecto, lo primero que se hizo fue la compra de alevines para que puedan tenerlo con el primer ciclo. Y después, a partir de ahí, ellos pueden empezar a producir sus propios alevines y pueden tener el ciclo completo.
Mirá la entrevista completa:
Tuvieron un problema “con un alud”, dice el entrevistado en el vídeo, no “con una luz”, como está escrito en la nota.