Hay varias cosas llamativas que suceden en Córdoba en materia de política agropecuaria. Una es que el gobierno provincial es de origen peronista, pero no despotrica contra los productores sino que los contiene. La otra es que las políticas públicas de ese gobierno se mantienen estables a lo largo de varios años. Y la tercera perplejidad es que esa constante ha sido clave para convertir a Córdoba en la principal provincia agrícola de la Argentina, por sobre Buenos Aires y Santa Fe, que en otros tiempos la superaban.
Habría una cuarta cuestión a destacar: Gracias a la manera de conciliar algunas de sus políticas agropecuarias, Córdoba suele tener discusiones de avanzada respecto del resto de las provincias. Por ejemplo ha institucionalizado un programa de Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA), tiene una ley que impone una forestación de mínima a los productores, y administra su red de caminos viales de manera bastante diferente, con la consolidación de consorcios camineros donde intervienen los usuarios.
Las entidades rurales, cosa rara en otras latitudes, suele felicitar al gobierno cordobés, y los laureles ante esta situación suelen llevárselos o el gobernador Juan Schiaretti (que está al mando del barco desde 2015 pero ya había tenido un periodo anterior alternando con el caudillo cordobés José Manuel de la Sota), o bien su ministro de Agricultura, Sergio Busso.
Pero detrás de bambalinas hay varios protagonistas de este proceso que sin dudas puede ser calificado como virtuoso. Una figura clave se trata del actual secretario de Agricultura, Marcos Blanda.
Bichos de Campo lo entrevistó para indagar sobre las razones que explican algunas de las perplejidades plantadas al principio de esta nota:
“El gran salto cualitativo de Córdoba fue la innovación institucional, porque dejamos de pelearnos en los ‘porque no’ y comenzamos a trabajar en los ‘porque si'”, resumió el funcionario.
Ingeniero agrónomo y productor de olivos en la zona de Cruz del Eje, Blanda participaba de una cámara olivícola regional y de una fundación cuando lo convocaron para ser director de Agricultura de la provincia, hace 14 años. Luego, en 2018, asumió como secretario.