Esta semana se reunió el Consejo Federal Agropecuario que agrupa a las autoridades provinciales del sector. También se invitó a los referentes privados de la cadena de la carne, pero los productores que fueron invitados decidieron no participar por considerar que se los utiliza políticamente y que no incluyen los temas de su interés en el debate.
En una carta dirigida al ministro de Agricultura, Julián Domínguez, pidieron cambios en el tratamiento impositivo a productores afectados por la sequía o inundaciones, en lugar de hablar del plan ganadero que impulsa esa cartera.
Javier Rotondo, presidente de la cordobesa Cartez, una de las entidades más duras dentro de CRA, indicó: “La política oficial se caracteriza por anuncios que son justamente hechos periodísticos. Después viene la letra chica y cuando uno se ponen a ver, por ejemplo, la reglamentación de la exportación de carne, la cosa cambió para que nada cambie. El ministro muestra señales, pero son solo reuniones dilatorias donde se hacen diagnósticos pero no hay soluciones concretas”.
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El productor cordobés dijo que “la única manera de poder sentarnos a diseñar políticas ganaderas es con mercados no intervenidos”.
Luego indicó que no se van a dejar encantar más por la técnica de seducción propuesta por Domínguez, que los termina perjudicando y beneficiando a otros sectores que industrializan granos o carne. “El ministro puede ser un gran generador de hechos políticos de consenso, pero tiene menor poder que un secretario de Comercio Interior. Le dimos mucho tiempo, pero no encontramos beneficios para ningún productor pero si para otros eslabones de la cadena”.
Según Rotondo, la única forma que tiene el país de salir adelante es con un verdadero desarrollo de todas las cadenas productivas “pero esta es la Argentina del sálvese quien pueda”, y en ese contexto hay sectores que con más habilidad que la demostrada por los productores llevan agua para su molino y obtienen beneficios que se traducen en medidas perjudiciales a los productores.
Entre estos daños citó “el diferencial aceitero, el fideicomiso de trigo y maíz, lo de los cortes de la carne, la barata, todo eso alguien lo paga y siempre es el productor. En el arte de dividir y reinará siempre somos los que perdemos”.
Por ese tipo de situaciones previamente CRA, la SRA y Federación Agraria se retiraron del Consejo Agroindustrial Argentino. “Allí apostamos a vislumbrar a una política en base al concepto de cadena, pero claramente fue utilizado como estrategia de dilatación y de no política agropecuaria. No supimos hacer valer nuestra voz y algunos tomaron decisiones por nosotros. No hubo un marco real de discusión para poder acordar verdaderas salidas coyunturales como de largo plazo”.