Hace algo más de tres años, cuando recién empezaba la gestión de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, Ezequiel Wainer dejó la militancia social entre pequeños productores y a favor de la agroecología que venía manteniendo en el llano para meterse a la función pública, convencido de que desde el Estado podían cambiarse algunas cosas. Fue designado director provincial de Agricultura Familiar del MInisterio de Desarrollo Agrario. En ese momento lo entrevistó Bichos de Campo y estaba lleno de ganas.
“Entonces era mucha la expectativa. Si bien ya se habían dado algunos pasos, pues el Programa Provincial de Promoción de la Agroecología ya había sido lanzado por el gobernador Kicillof en Tapalqué, en junio del 2020 estaba todo por hacerse. Había por un lado, mucha expectativa desde el sector de agricultura familiar.
-La demanda de los que venían de ese palo era que el Estado les abriera el lugar, porque hasta ese momento las Secretarías o Ministerios de Agricultura estaban muy enfocados a la agricultura convencional, en su faceta más económica.
-En general, si bien hubo algunos momentos en que se acompañó más, o se acompañó menos, el sector de la agricultura familiar siempre fue el vagón de cola de las políticas públicas. Desde el momento cero de esta gestión, a través de la decisión de Javier Rodríguez, se creó con rango Dirección Provincial, la dirección que está a mi cargo, que es de Agricultura Familiar y de Desarrollo Rural, que no existía.
-¿Y de qué sirvió?
-Si bien es un título, una chapa, un nombre, también permite la posibilidad de generar políticas públicas diferenciadas para este sector. Claramente lo primero que se hizo fue articular con lo que ya estaba, porque el Ministerio, más allá de Agricultura familiar, prácticamente no tenía programas activos. Era un Ministerio que estaba solamente para fiscalizar y para habilitar, y no tenía ningún programa de acompañamiento a prácticamente ningún sector, no solamente al de la agricultura familiar.
Valga pues este espacio para el balance:
Ezequiel, ahora a la distancia y con experiencia en la gestión, rescata diversas cosas realizadas. Por ejemplo:
“Pudimos lograr que un programa de asistencia que estaba pensado para las provincias del norte del país pueda llegar a los productores de la provincia Buenos Aires. Y fue así que los productores de de la provincia Buenos Aires, los que hacían horticultura agroecológica, pudieron tener financiamiento a través de un programa que se llama ProderNOA. Buenos Airesfue la única provincia que pudo ser incluida”.
Ese fue el financiamiento, agrega Ezequiel, que permitió apuntalar muchos proyectos en la cadena hortícola agroecológica, vinculados a la comercialización, a la producción, al agregado de valor. Se aprobaron más de 30 proyectos en la provincia de Buenos Aires.
“Realmente fue un aporte importante, pero más allá de eso, después estuvimos trabajando para tener un propio programa de financiamiento para fortalecer la agricultura familiar. Se aprobó el año pasado, se hizo una primera convocatoria a Agricultura Familiar de marcha, y desde allí se están financiando 186 proyectos productivos de agricultores familiar en la provincia de Buenos Aires”, añadió Wainer, que explicó que esos dineros se destinaron a cooperativas que necesitaban “un impulso” para desarrollar nuevos proyectos de crecimiento. Por ahora se distribuyeron más de 350 millones de pesos.
Ezequiel nos dejó un anunció: “Estamos muy cerca de poder anunciar la segunda etapa, que sería la Agricultura Familiar en Marcha 2, que va a estar en el transcurso este año disponible para los grupos que no pudieron presentar en la primera etapa”. Luego precisó que en este ocasión, “más que nada estará orientado a la comercialización y vinculados a Mercados Bonaerenses”.
¿Qué es Mercados Bonaerenses? “Un programa que también tiene el Ministerio, en el cual queremos que se pueda fortalecer mucho más con productores de la agricultura familiar, porque es un programa que permite la venta directa, el acortamiento de la cadena para ir a circuitos un poco más cortos, desde el productor al consumidor”, indicó el funcionario.
-A mí lo que me llamó la atención es el programa de los promotores agroecológicos. Esto de generar el registro de la agricultura agroecológica bonaerense.
-Lo que se hizo fue crear el Programa Provincial de Promoción de la Agroecología. Buenos Aires es la primera provincia que tiene un programa específico de promoción de la agroecología. Lo que hicimos es, por un lado, hacer un registro de productores, porque sabíamos que había productores agroecológicos, pero teníamos que tener un registro para saber dónde estaban, quiénes eran, qué producían para poder volcarla, alguna política pública específica para los productos ecológicos. Y es así que al día de hoy tenemos cerca de 400 productores agroecológicos ya registrados.
Completa Ezequiel: “A su vez se creó también unos cursos de facilitadores en prácticas agroecológicas. Tenemos más de 650 facilitadores que pasaron por los cursos que dictamos nosotros desde el Ministerio”.
-Te voy a hacer una pegunta: ¿No está mal que haya más facilitador o gestores que productores? Cómo entendemos esto? Porque estamos dándole diploma a gente que milita para la agroecología, pero para una población de productores que todavía es muy chica.
–Bueno, puede ser interpretado de esa manera. Para ser facilitador de prácticas ecológicas uno tiene que hacer un curso que dura unos meses y fueron virtuales porque nos agarró la pandemia. Tienen todavía esa misma modalidad, por lo cual es mucho más accesible ser facilitador. A su vez también no es solamente para productores, sino para técnicos. Hay muchos técnicos del Estado provincial, municipal, nacional, del INTA, que forman parte de la red de facilitadores, que son gente que ayuda promover la agroecología en el territorio, son una referencia a nivel local. Ser productor ecológico es otra cosa.
-Para empezar, hay que tener un predio…
-Tener un predio, desarrollar una producción, cambiar el esquema productivo. De todas maneras, no es que existen solamente estos productores agroecológico, hay muchos más. A lo mejor el desafío que tenemos es lograr que todos los productores se inscriban en el registro. De todas maneras, si no tengo mal los números, entiendo que duplica a los productores orgánicos certificados de la provincia la cantidad de productores agroecológicos.
-¿Y de qué sirve estar en ese registro?
-Es un reconocimiento que da la provincia a productores agroecológicos y permite que tengan, por ejemplo, una línea específica de financiamiento con tasas subsidiadas para poder fortalecer la producción. El Ministerio cuenta con créditos no bancarios, a través de un fondo fiduciario que se creó en articulación con el Banco Provincia.
Ezequiel nos explica que “hay como tres líneas de crédito para esos productos. Una es para promover la diversidad del predio que sabemos que no va a brindar ningún beneficio económico a corto plazo, sino que es más largo plazo, a lo mejor algún servicio ecosistémico. La tasa del 15% anual es prácticamente nada, con un plazo devolución a dos años. Después hay un crédito con una tasa del 20% para lo que es infraestructura, maquinarias, herramientas, que tampoco es un crédito alto. Después para lo que son insumos y capital de trabajo, si no me equivoco, al 26%. Con solo el hecho de ser productor agroecológico registrado ya se pueden acceder, sean de la agricultura familiar o no”.
-Todo esto Implica una definición política. ¿Hay una apuesta a que a largo plazo para que la Provincia sea más agroecológica?
-No sé si toda la provincia, pero hay un determinado sector de la población de productores más chicos o medianos que quieren copiar los que hacen las producciones de punta y más grandes. Pero muchas veces la misma tecnología que va creciendo, que es muy válida para determinado sector, termina siendo un salvavidas de plomo para los productores más chicos. Entonces seguramente hay que buscar distintas estrategias.
-Capaz que tener una alta dependencia a insumos importados sea tolerable para un empresario de gran escala y no para un pequeño productor. ¿Eso querés decir?
–Exactamente. La agroecología permite la disminución de los insumos externos. Esto no quiere decir que no tenga insumos. No es que no hacer nada. Muchas veces piensa que la agroecología es no hacer nada, que sea lo que la naturaleza quiera. No, no es eso. Muchas veces implica más trabajo, implica más mano de obra, implica en algunos casos sustitución de algunos insumos. Pero esos insumos que uno sustituye suelen ser o de menor costo o de la propia elaboración predial. Entonces, por un lado tenés a lo mejor un preparado que se hace a base de paraíso, un preparado que se hace a base de ortiga, un preparado que se hace a base de azufre y cal. Entonces en función de eso uno sabe que disminuye muchísimo los costos. A eso le sumás que a lo mejor conseguís variedades de semilla que son más baratas porque no son el último híbrido.
Según Wainer, entonces, “si el año no va bien, como este año que hubo seca, seguramente los productores convencionales estarán con la soga mucho más al cuello que un productor agroecológico, que consiguió semillas más económicas y que no utilizó todo el paquete tecnológico para el tratamiento de suelo, sin contar todo lo que es el esquema de maquinaria”.
-¿Así se justifica el fuerte apoyo del gobierno bonaerense a la agroecología?
-Totalmente, sí, porque de alguna manera le brinda un poco más de soberanía económica al productor, porque tiene menos riesgos económico, hay menos inversión, No quiere decir menos trabajo sino menos inversión en dólares. Cuando hablamos del agro sabemos que estamos hablando en dólares, en los insumos químicos, en las semillas, en los manejos fitosanitarios posteriores al cultivo. Y cuando a veces la naturaleza no ayuda, el productor está muy acogotado.
Prosigue Ezequiel: “Una de las cosas que surgen de las muchas charlas que hemos tenido con productores de distinta escala, desde los más chicos hasta algunos bastante grandes que están inscritos en el registro, es que la principal cosa que rescatan mucho de ellos es la tranquilidad de la producción. Saben que llegan a fin de mes sin estar viendo de dónde sacar para pagar los empleados o cerrar el plazo fijo o pagar el descubierto. Esto es bueno, es una tranquilidad de alguna manera”.
-Vos dijiste que estas políticas se iniciaron recién cuando llegaron ustedes, esta gestión. ¿Pensás que esto de la agroecología y este trabajo para fortalecer el entramado de pequeños productores es una política de Estado ya y seguirá cualquiera sea el resultado electoral?
-No, claramente que no estoy tranquilo en ese sentido. Estoy tranquilo porque sé que desde el Ministerio de Desarrollo Agrario se trabajó mucho y bien. Si bien las necesidades son enormes, sabemos que desde el otro lado nos reconocen. Puede faltar una cosa. Pero entendemos la agroecología como una estrategia. Hay otras, hay municipios que han tomado otras estrategias. De lo que estoy seguro de que esto es una política pensada desde un gobierno. El día de mañana, si hubiera un cambio de gestión, entendemos que no va a ser lo mismo si el gobierno apoya un modelo solamente agroexportador. Esto es algo que se sabe. Lo que queremos es que los productores más chicos, que muchas veces quedan afuera de eso, tengan una estrategia distinta, que puede ser la agroecología.
Otro vivo más que cobra por chamullar!!!