Desde fines de 2019 el gobierno chino viene implementando una serie de medidas orientadas a “planchar” los precios de importación de la carne vacuna: liberación de los canales informales de compra de carne de búfalo proveniente de India, restricción de líneas de créditos a empresas importadoras chinas y suspensión de frigoríficos proveedores acusados de enviar productos cárnicos supuestamente contaminados con Covid-19.
Para las naciones que concentran la mayor parte de la exportación de carne vacuna en China –como es el caso de la Argentina, Brasil y Uruguay– no se trata, por cierto, de una buena noticia. Y los números lo confirman.
Durante el primer mes del presente año se registraron exportaciones argentinas de carne bovina enfriada, congelada y procesada por 48.200 toneladas peso producto a un valor FOB promedio de 4127 u$s/tonelada que generaron divisas por 199 millones de dólares.
Respecto del mismo mes del año pasado, en enero de 2021 se registró un crecimiento en el volumen del 15%, pero con una caída en la facturación del 12% debido a una caída del 23% en el valor promedio, según datos oficiales recopilados en un informe publicado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva).
La caída en divisas se debe a los menores precios que paga China, que represento en enero pasado el 75% del total de los envíos. La nación asiática pagó en el arranque del año un promedio de 3385 u$s/toneladas, mientras que Alemania, los Países Bajos e Italia, que llevan los cortes pemium de novillos como lomo, cuadril y bife, abonaron entre 7600 y 8300 dólares la tonelada.
Pero, según datos de la Asociación de Productores Exportadores (Apea), a partir del presente mes de febrero los precios de exportación comenzaron a mejorar.
Los importadores europeos están pagando 12.000 a 13.000 dólares por tonelada por los cortes Hilton, una cifra que representa el doble de lo pagado en noviembre del año pasado, a causa de la recuperación del consumo alineada con una mayor vida social a la salida del invierno europeo.
En el caso de China, por el garrón y brazuelo se paga 5800 dólares la tonelada, lo que significa una mejora del 7% con relación a los valores registrados en enero pasado. Por el set de 24 piezas, el valor de referencia está en 4900 dólares, lo que implica una suba del 8%. Y esa mejora en los valores se presenta en el período estacional de menor demanda –fines de los festejos por el Año Nuevo Chino–, lo que indicaría que a la nación asiática le sigue faltando carne pese a los esfuerzos realizados por aumentar la producción local.