Producto de la peor bajante del Río en más de 50 años, la participación de los puertos del Gran Rosario en los embarques totales de granos, aceites y subproductos argentinos en 2021 cayó a su menor porcentaje en casi un cuarto de siglo. Así lo informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que indicó además que entre las terminales de Arroyo Seco y Timbués se embarcaron 69,8 millones de toneladas de granos, aceites y subproductos, unas 225.000 toneladas menos que en 2020.
La caída del tonelaje no sólo propició una relocalización de los embarques entre los puestos, acosta de los mayores egresos que eso genera, sino que también repercutió en el precio de exportación de los productos que más se despachan en la zona, como son el aceite y la harina de soja.
Desde la Bolsa afirmaron que comenzaron a ampliarse las brechas entre los precios FOB de exportación de harina de soja que se pagan en puertos de Brasil respecto de los que alcanzan en Argentina. Y en lo que va del 2022, esa diferencia de precio entre la harina de soja embarcada en Argentina con la embarcada en Paranaguá, Brasil, supera ya los diez dólares por tonelada.
Y si bien se trata del desempeño más bajo desde la sequía de 2018, a diferencia de lo que ocurrió en ese momento la bajante actual se encuentra geográficamente delimitada, por lo que la caída de los embarques desde el Gran Rosario coincide con un incremento en las toneladas totales de granos, aceites y subproductos despachadas desde Argentina hacia el exterior, que alcanzaron alrededor de 93,9 millones de toneladas, un 5% por encima del 2020.
Esto se vió reflejado en un aumento de los embarques en Bahía Blanca, que alcanzó un récord récord histórico de 14%, 3 puntos porcentuales por encima del año anterior. Desde el nodo del sur bonaerense se embarcaron más de 13 millones de toneladas de granos y subproductos en el 2021, el mayor tonelaje en su historia.
La BCR también destacó el incremento interanual de los embarques de las terminales ubicadas sobre el Río Paraná, pero más cercanas a la desembocadura del Río de la Plata. Así, Zárate-Guazú aumentó un 47% respecto al 2020, con 1,7 millones de toneladas, y Ramallo un 77% en relación al año anterior, con despachos por 1,2 millones de toneladas.
En cuanto al panorama para el 2022, las proyecciones del Instituto Nacional del Agua no son alentadoras. Los primeros días del año encontraron al Paraná con una altura negativa, que se espera que siga siendo desfavorable para el resto de enero y febrero.
“De no quebrar esta tendencia, el tonelaje cargado en los buques podría continuar resintiéndose, impactando en pérdidas millonarias para la exportación de productos agroindustriales argentinos”, afirmaron desde la Bolsa.