La considerable apreciación del “súper” peso argentino –estrategia central de la política económica del gobierno de Javier Milei para contener el proceso inflacionario heredado de la gestión anterior– está provocando dolores de cabezas varios en diferentes sectores de la economía.
Mientras que un año atrás legiones de residentes de países limítrofes cruzaban las fronteras para comprar en la Argentina productos a precios “de remate”, eso ahora ya no sólo no sucede, sino que además se vienen registrando iniciativas para vender productos en el mercado argentino, de manera tal de aprovechar la coyuntura cambiaria.
En ese marco, el presidente ejecutivo de la Cámara Argentina de Productores e Industrializadores Avícolas (CAPIA), Javier Prida mantuvo una reunión con el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, para hablar sobre el aumento del contrabando de huevos en el territorio argentino, especialmente proveniente de Bolivia y Paraguay.
“Más allá del perjuicio económico que el contrabando genera a la actividad, como a las arcas públicas, nos preocupa en sobremanera el peligro sanitario que implica el ingreso de mercadería ilegal, tanto para la población, como para nuestras aves”, aseguró Prida por medio de un comunicado.
El presidente de CAPIA destacó la predisposición de las autoridades para incrementar los controles, como también ponderó el esfuerzo del Senasa, con cuyo presidente Pablo Cortese, la entidad avícola mantuvo una reunión relativa a tareas de fiscalización y control.
El dirigente comentó que el flagelo del contrabando ya excede las zonas fronterizas, ya que se ha observado mercadería que ha circulado hasta 600 kilómetros dentro del territorio nacional, motivo por el cual se acordó con las autoridades nacionales incrementar los controles en las provincias de Santa Fe y Córdoba para proceder al decomiso inmediato de toda mercadería que circule sin autorización.
Fuentes de la Industria destacaron la actitud de la ministra de seguridad, Patricia Bullrich, al ponerse a disposición, junto con autoridades de la Gendarmería, para avanzar en los controles fronterizos y en rutas nacionales.
Para tener una referencia, el valor de una docena de huevos, con impuestos incluidos, en Paraguay es de 12.000 a 14.000 guaraníes, una cifra que equivale a un rango de 1,50 a 1,80 dólares. En la Argentina, el valor de venta minorista de la docena de huevos oscila entre 3300 y 4200 pesos, lo que equivale a 3,0 a 4,0 dólares considerando la cotización en el mercado libre o informal.
La brecha de precios entre ambos mercados es un imán gigantesco para derivar mercadería hacia el mercado argentino y competir deslealmente en la plaza informal.