Todas las actividades transformadoras de maíz se ven afectadas por las últimas medidas cambiarias que se pusieron en marcha desde esta mañana, tras la publicación en el boletín oficial.
Muchas de ellas, como la lechería y las producciones de carnes, vienen de sufrir los efectos negativos de los sucesivos Dólar Soja, que no hicieron más que incrementar sus costos. En esta oportunidad se agrega la producción de bioetanol, que también tendrá su materia prima más cara.
En el caso de la producción de carne porcina, “los costos se incrementan en forma directa 17%”, dijo el consultor Juan Uccelli, quien además destacó: “Esto le quita la poca rentabilidad que tenían los grandes productores, y arruina a los pequeños y medianos”.
El especialista puso el foco en otra cuestión más: “La decisión de cobrar impuestos a las importaciones encarecerá la inclusión de los núcleos de vitaminas y minerales en las dietas –bovinas-. Toda esa suba de costos no se podrá trasladar al precio final de la carne, porque el consumo no puede pagar más”, manifestó el consultor haciendo referencia a que esto atentará contra la oferta futura.
El engorde a corral de ganado vacuno también se ven damnificado, y en este caso el daño es más grande, porque la cantidad de maíz necesario para hacer un kilo de carne es mayor, producto de la sequía entre otros factores.
Desde la Cámara Argentina de Feedlot enviaron una carta al secretario de Agricultura y Ganadería Juan José Bahillo, en el que señalan su preocupación por las medidas oficiales y su impacto en la actividad:
“El engorde a corral es tomador directo de precios y de costos, por lo que la inclusión de nuestro principal insumo de alimentación dentro de este programa impactaría directamente en los costos de producción en una actividad que, aún sin esta medida, se encuentra nuevamente en una situación de rentabilidad negativa, producto de un increíble atraso del valor de la hacienda”.
Luego agregaron que estas medidas generaron impactos negativos en las ediciones anteriores de los Dólar Soja, que encareció al poroto y sus derivados.
Esto se sucede en un año en el cual consecuencia de las pérdidas productivas y económicas que generó la sequía, y el ingreso de hacienda a los corrales llegó a picos históricos que llevó a que los feedlots tengan hoy más de 2 millones de cabezas en sus corrales.
“Ningún tipo de intervención distorsiva de los mercados colabora a esta compleja situación de la ganadería, menos aún en una situación climatológica como la actual, donde gran parte de la ganadería depende del uso del maíz. Todos los programas que intentaron compensar o evitar que para el consumo interno se genere un impacto en el valor de los granos y sus derivados, han sido por demás infructuosos, escasos y tardíos” subrayaron desde la CAF.
La decisión de aplicar un tipo de cambio diferencial para el maíz, dijeron los feedloteros a Bahillo, pone en alerta a todos los engordadores y empresas que generan valor a partir de dicho insumo, y no hace más que entorpecer el mercado, encarecer los costos productivos y desalentar la producción. Además, “compromete la producción futura y las exportaciones para un crecimiento genuino de la actividad ganadera con agregado de valor”.
Desde la Cámara de Feedlot lamentaron “que una vez más se intente mediante parches infructuosos y dañinos, dar solución a un problema de la gestión macroeconómica”.
Con respecto a esta cuestión, el consultor Víctor Tonelli indicó que esta medida que implica un incremento de costos para los feedlots, podría generar una salida anticipada de ganado con destino a la faena, y al mismo tiempo anticipar la suba de precios de la carne que se preveía para los próximos meses.
A continuación, la carta completa que la Cámara Argentina de Feedlot le envió al secretario de agricultura Juan José Bahillo:
Nota Bahillo CAF 24-7-23