“Por la venta de máquinas cosechadoras en la Argentina se pueden ahorrar erogaciones por alrededor de 350.000 dólares con cada unidad producida dentro del país”, apuntó el director de la fabricante cordobesa Metalfor, José Luis Dassie, al ratificar que esa empresa está firmemente decidida a encarar la producción de una nueva línea de cosechadoras nacionales, para intentar captar el 10% del mercado.
“El de las cosechadoras es un mercado de 1.000 máquinas por año, del que apuntamos en el mediano plazo llegar al 10%. En el segmento de pulverizadoras abastecemos al 32% de market share, similar al porcentaje que tiene la empresa en el segmento de fertilizadoras automotrices”, dijo el directivo en una entrevista con la agencia Télam.
En el mercado local hay una segunda fabricante de cosechadoras, la histórica Vasalli, pero que viene de atravesar una serie de crisis e incluso estuvo cerrada largo tiempo. Por eso la apuesta de Metalfor sacudió el avispero y abrió interrogantes respecto de hasta donde podrían llegar las fábricas nacionales de maquinaria en un mercado -el de las cosechadoras- dominado casi en exclusividad por las grandes marcas nacionales.
“Queremos llegar en el mediano plazo al 10% de participación de mercado, Vamos a arrancar con unas 20 cosechadoras por año del modelo Metsalfor 2635, en esta primera etapa. Estamos terminando de construir la línea”, dijo el directivo, que hace algunas semanas participó de la presentación de ese equipo en Marcos Juárez, en un acto que contó con la presencia virtual del gobernador coordobés, Jiuan Schiaretti, y la presencial del ministro de Agricultura, Luis Basterra.
¿Cómo se financia este lanzamiento? En la entrevista con Télam, Dassie hizo referencia a los cerca de 1.000 millones de pesos obtenidos en mercado de capitales a través de una colocación de Obligaciones Negociables (ON). “Para nosotros es realmente importante recibir este respaldo del Mercado de Capitales en un momento como este. Quedó demostrado que Metalfor es una muy interesante alternativa de Inversión. Nuestro nuevo perfil que aparte de metalmecánico es muy financiero, resulta de mucho beneficio”, explicó el directivo.
De todos modos, aclaró que poner en marcha el proyecto de producir cosechadoras nacionales “requiere del apoyo oficial de financiamiento. Es importantísimo que el proyecto se entienda desde ese punto de vista y genuinamente se pueda poner, con una buena productividad, sobre la línea de flotación del proyecto en sí mismo y que no requiera del apoyo de toda la empresa”, agregó.
En ese sentido, además de promover el ahorro de divisas que se van en la importación de equipos, Dassle recordó que la producción de una cosechadora necesita de 3.000 horas de trabajo de mano de obra directa. “Esto implica que si queremos llegar a un 10% de mercado vamos a generar más de 150 puestos de trabajo de manera directa y más de 600 de manera indirecta”, apuntó.