En octubre pasado, las ventas de carne vacuna sumaron 48.100 toneladas peso producto, que equivalen a 67.500 toneladas res con hueso. La baja fue de 3% respecto de septiembre y de 11,5% con relación a octubre de 2022.
En tanto, en los últimos 12 meses los despachos sumaron 944.000 toneladas res con hueso, lo que significa que siguen 7% por encima del año previo.
La facturación de los frigoríficos exportadores en octubre fue de 181 millones de dólares, lo que significa también una caída de 10% respecto de septiembre y de 32% con relación a octubre del año pasado. La baja de los precios internacionales de la carne se siente bastante. En el acumulado de 2023 el ingreso de divisas por las ventas al extranjero cayó 23%.
Este mes la nota la dio el mercado chino. Hacia allí se despacharon “29.000 toneladas cuando veníamos vendiendo 40.000 por mes”, explicó Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores ABC.
Esto se da en un contexto de alta oferta mundial, ya que Brasil está teniendo un comportamiento muy agresivo y tiene buenos niveles de competitividad por su alta productividad y los mejores ingresos que logra la cadena al no tener derechos de exportación ni desdoblamiento cambiario.
Aquí, en cambio, Ravettino dijo que “tenemos un problema de competitividad porque hay poca oferta de vacas y de novillos, cuyos precios medidos al dólar con el que nos liquidan las exportaciones terminan siendo muy caros y más altos que en los países de la región”.
El titular del Consorcio ABC agregó: “La nueva metodología cambiaria que permite liquidar 50% con el dólar oficial y el otro al contado con liquidación es una señal positiva para la transición. Hubiera sido nefasto seguir en el esquema 70/30, pero es necesario trabajar y conocer la nueva metodología para la exportación de carne vacuna, ya que esto rige sólo hasta el 10 de diciembre”.
Ravettino añadió que tienen expectativas positivas respecto de lo que haga el nuevo gobierno, debido a su posición ideológica con respecto a la libertad de comercio. “Presentamos nuestra propuesta que indica que de las 900 mil toneladas podríamos pasar a 1,5 millones de toneladas”, avisó.
Esto reportaría el beneficio de un mayor ingreso de divisas, más empleo y crecimiento del stock. Pero según el empresario, esa posibilidad también “implica a su vez trabajar en el peso de faena y la integración del consumo y la exportación, mediante la formalización del consumo y que tengamos industrias que puedan abastecer a ese mercado y al exportador en función de su plan de negocios”.