Hoy 10 de julio es el Día de la Ganadería, el cual se conmemora porque en esa fecha de 1866 se fundó la Sociedad Rural Argentina (SRA), institución que realizó importantes esfuerzos por consolidar una de las actividad insignia de la Argentina.
Pero la realidad es que no hay mucho por festejar, porque el gobierno de Alberto Fernández está intentando solucionar el problema de la escasez de hacienda con la misma política que, quince años atrás, provocó la actual escasez. Es decir: interviniendo en el mercado de exportación de carne vacuna.
Los números ya no ofrecen dudas: en lo que va del año la oferta de hacienda –que hasta 2020 venía funcionando a toda máquina– se quedó sin “combustible” para seguirle el ritmo a la demanda.
En junio pasado se vendieron a los frigoríficos 1,066 millones de animales, una cifra 11,2% menor a la registrada en el mismo mes de 2020, según datos publicados por la Dirección de Control Comercial Agropecuario.
La faena del primer semestre del año acumula un total de 6,317 millones de vacunos, lo que representa una caída de 6,6% respecto del mismo período del año pasado.
Las provincias de base ganadera en las cuales se registró a mayor caída de la faena registrada fue Salta con un descenso interanual del 18,3%, seguida por Córdoba (-11,3%), Tucumán (-10,2%), Entre Ríos y Chaco (-9,6%) y Santa Fe (-8,8%).
La mayor parte de los animales faenados en los primeros seis meses del año fueron machos (54,8% del total), mientras que el 73% correspondió a animales livianos, con menos de cuatro dientes, que se destinan fundamentalmente a abastecer al mercado interno.
En diferentes regiones ganaderas –donde las condiciones climáticas lo permiten– se está priorizando el uso del pasto ante la desfavorable relación de maíz/carne y eso extiende los períodos de terminación y, por ende, también el ingreso de los animales al mercado.
Por otra parte, los engordes en corrales siguen muy limitados por la falta de competitividad de esa actividad, dado que los costos de alimentación en feedlot siguen muy elevados, en términos relativos, respecto del valor de hacienda. Tal esquema sólo se justificaría es sistemas cárnicos integrados.
Más allá de los factores coyunturales, la explicación estructural del fenómeno reside en la liquidación del “stock de reserva de machos” sacrificado durante la década pasada a causa de la intervención instrumentada durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.
Lo preocupante es que, justamente, la intervención realizada este año por Alberto Fernández, por medio del “cepo cárnico”, promoverá un nuevo ciclo de desinversión en el sector ganadero que, en el mediano plazo, terminaría provocando una escasez adicional de hacienda, algo que no será gratuito en términos de precios tanto de la hacienda como de la carne vacuna.