El gobierno formalizó hoy el Plan Gan.Ar con el que se pretende fomentar el desarrollo ganadero y frigorífico a través de créditos a tasas de interés reales negativas.
Desde la dirigencia agropecuaria resaltaron como positiva la iniciativa, aunque aclararon que eso sólo no es suficiente para promover el desarrollo sostenible en el sector.
“El Plan Gan.Ar no es malo, busca el crecimiento, pero el problema es la incertidumbre económica y la desconfianza en el gobierno, que es lo primero por resolver, porque sin confianza el productor no está alentado a tomar deudas”, dijo a Bichos de Campo Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales (CRA).
Chemes añadió que el productor requiere de “señales claras”, entre las cuales deberían incluirse “el ordenamiento macroeconómico, la apertura comercial y el sostenimiento en el tiempo de esas reglas”.
El presidente de CRA agregó que la mejor señal que puede recibir un empresario ganadero para invertir es un precio de la hacienda acorde a la situación de oferta y demanda sin distorsiones implementadas por el gobierno nacional, como las que rigen en el actual “cepo cárnico”.
Por su parte, Carlos Achettoni, titular de Federación Agraria (FAA), aseguró –en la misma línea– que “para que un plan así tenga desarrollo lógico en el país debe haber previsiblidad económica y posibilidad de inserción del producto final en los mercados”.
“No es malo que haya un plan de ese tipo, que se disponga de financiamiento, pero que eso no sea solo un título sino que le llegue al productor”, apuntó.
Achettoni agregó que la certidumbre en una actividad de largo plazo, como es el caso de la ganadería, es fundamental para promover inversiones y salir del estancamiento productivo en el que se encuentra el sector.