Nuevo gobierno y todo en la Argentina vuelve a estar en discusión. La necesidad de que ingresen dólares a la economía provocan que muchas miradas se dirigieran hacia el mega yacimiento de Vaca Muerta. Los petroleros los saben y entonces aprovechan, que quiere decir “sacar provecho”. En el baile se pone en tela de juicio la política de promoción de los biocombustibles, o los combustibles renovables que provienen del reino vegetal y que desde 2006 deben ser utilizados por las propias petroleras para “cortar” sus propios combustibles, los fósiles no renovables.
Frente a este lobby petrolero, que propone revisar la obligatoriedad del corte de naftas y gasoil, la llamada Liga Bioenergética se puso en alerta. Se trata de un bloque formado por las provincias que aportan los biocombustibles a la matriz energética nacional. Surgió de Santa Fe donde están instaladas las plantas que transforman el aceite de soja en biodiésel, pero luego se extendió a Córdoba (donde se hace bioetanol a partir del maíz) y a Tucumán, Salta y Jujuy (que producen el mismo biocombustible a partir de la caña de azúcar).
Para empezar a frenar la ofensiva de Vaca Muerta, los productores de biocombustibles señalaron que si bien ellos quizás no puedan aportar tantas divisas (el único producto exportable es el biodiésel), lo que sí aseguran es que no se gasten tantas importando gasoil. Fue su principal argumento. Dijeron que gracias al corte se evitaron importaciones por más de 27.000 millones de dólares en los últimos diez años.
“La industria de los biocombustibles no está subsidiada, al contrario de otras industrias que necesitan que les garanticen mejores precios que los fijados internacionalmente para hacer inversiones en Argentina”, expresó la Liga Bioenergética replicando las insinuaciones de los petroleros que piden un marco especial para realizar inversiones en Vaca Muerta.
El bloque reaccionó ante la supuesta pretensión de los petroleros de obtener permisos del nuevo gobierno para reducir los cortes vigentes del 12% para las naftas y del 10% para el gasoil. En estos momentos, luego de varios meses de desencuentros del sector renovable con el ex secretario de Energía del gobierno de Mauricio Macri, Gustavo Lopetegui, hay varias petroleras (en especial YPF) que han discontinuado el corte obligatorio, alegando que no tiene oferta suficiente para llevarlo a cabo. Lo que está en discusión, siempre y en el fondo, es el precio al cual las petroleras deben adquirir el biodiésel y el bioetanol de las empresas que lo producen.
La Liga Bionergética, en este contexto, aseguró que “no se pretende reemplazar” al gasoil o las naftas sino “complementar” la matriz energética, mediante el aporte de “un combustible de origen vegetal, renovable, menos contaminante y de producción nacional”.
En la agenda está pendiente el debate sobre la conveniencia o no de prorrogar el régimen vigente desde hace más de 10 años para los biocombustibles, y que permitió su desarrollo a través de 54 plantas situadas en 10 provincias (Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa, San Luis, Santiago del Estero, Córdoba, Tucumán, Jujuy y Salta), y genera más de 60.000 fuentes de trabajo, directas e indirectas.