Este lunes el Gobierno y las empresas exportadoras de carne vacuna firmaron un acuerdo de precios para ofrecer cortes en supermercados a valores similares a los que había antes de la fuerte suba del alimento que se registró el último bimestre de 2020. El argumento es que la carne vacuna aumentó 75% en el año y que es necesario que baje o al menos haya canales comerciales que ofrezcan cortes a precios accesibles para sectores de menores recursos.
La suba de precios de 2020 tiene mucho que ver con el comportamiento social que hubo en el año de la pandemia. La gente no gastó en otros rubros -como por caso indumentaria o esparcimiento- y derivó ingresos a los alimentos. Por eso se dio la suba tan marcada en este producto.
El economista de IERAL/Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón, se tomó el trabajo de comparar en moneda dura (dólares) los precios de diferentes cortes vacunos en Argentina, Uruguay, Brasil y Chile, según lo publicado por cadenas de supermercados y tiendas on-line.
La conclusión es que, a pesar del gran incremento de precios del producto a nivel local, los argentinos acceden a su alimento preferido a un valor -medido en dólares-, que todavía resulta inferior al que pagan los consumidores de los países vecinos, donde la ganadería y la demanda interna están también desarrolladas.
“A pesar de la suba de fines de año, en la comparación con los valores que rigen en los mercados de carnes de países vecinos, los precios locales se encuentran en niveles similares o inferiores, medidos por supuesto en una misma moneda”, explicó Garzón entre las conclusiones de su informe.
Entre los países productores y exportadores de la región, la carne argentina tiene precios más bajos. “Argentina aparece con el precio de la carne más baja, en promedio, de 781 pesos por kilo. Le sigue Brasil con 832 pesos por kilo y Uruguay con 845 pesos pesos”. Chile, en cambio, es un país importador del alimento: allí la carne se paga más cara que en el resto de la región, a un promedio de 1.040 pesos por kilo.
En la comparación con Uruguay, el trabajo del IERAL tomó como referencia 15 cortes de la res y los valores en cadenas de supermercados de ambos países. La conclusión es que la carne vacuna es 15% más barata en Argentina, aunque esa brecha era todavía mayor a mediados de año. Si en Uruguay el valor promedio en diciembre fue de 7,20 dólares, en la Argentina fue de 6,20 dólares por kilo. Siempre contabilizando esos 15 cortes comunes.
Uruguay exporta cerca del 70% de la carne que produce y solo deja 30% en su mercado interno. A la inversa de lo que sucede en la Argentina.
Respecto de los precios que paga el consumidor en Chile, los precios de la carne vacuna en Argentina son 31% más bajos. Para ese análisis se consideraron 13 cortes que promediaron en el país trasandino los 10,5 dólares por kilo, mientras que aquí el valor fue de 7,20 dólares.
En la comparación con Brasil no se logró acceder a una base de precios de cortes de carne como en los restantes países por lo que la comparación se hizo sólo con tiendas on-line. Garzón en este caso aclaró que se consideró 8 cortes de carne vacuna, teniendo en cuenta a su vez la diversidad geográfica que tiene ese país,
“Se encuentra para estos 8 cortes un precio promedio de 832 pesos por kilo que compara con un valor medio de 781 pesos por kilo en los dos supermercados de Argentina que fueron relevados (Jumbo y Dinosaurio). Argentina aparece con una carne bovina en promedio un 6% más barata que en Brasil”, precisó.
Cabe aclarar que Brasil es el principal exportador mundial de carne vacuna, aunque su consumo per cápita es bastante inferior al de Argentina y Uruguay.
Interesante, pero me parece que faltaría hacer dos comparativos:
1) el del costo de producción en los 3 países que a la vez son productores, porque entiendo que han sido muy diferentes por el congelamiento de impuestos inmobiliarios y tarifas, y el diferencial de retenciones a maíz y soja entre otros.
y 2) el comparativo en horas/salario medio, porque no hay paridad de sueldos en dólares en los 3 países y eso también está deprimido en Argentina. Eso tomando en cuenta de que los precios de la carne nunca fueron precios internacionales, si no los que el mercado interno podía convalidar tomando en cuenta de que la exportación siempre fué marginal.