Entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre de este año, la ciudad de Cali, en Colombia, hospedará por primera vez la edición 16 de la Conferencia de las Partes (COP) sobre Biodiversidad, de la que participarán representantes de numerosos países de América Latina y el mundo.
Dentro de ese listado, y aunque contó con poca difusión oficial, se encuentra Argentina, que, según punto saber Bichos de Campo, de la mano de funcionarios y distintas organizaciones de la sociedad civil asistirá con la misión de mostrar, entre muchos otros puntos, que los sistemas productivos y la conservación de los ecosistemas pueden llegar a ser compatibles.
Esta COP en particular se estructura en torno al “Convenio sobre la Diversidad Biológica” o CBD por sus siglas en inglés, un tratado internacional adoptado en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992, al que Argentina adscribe a través de la Ley 24.375.
Entre sus objetivos principales se encuentra el “establecer agendas, compromisos y marcos de acción para conservar la diversidad biológica y darle un uso sostenible, así como garantizar la participación justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos”.
El lema de esta nueva edición, que se celebra cada dos años, será “Paz con la Naturaleza”, en un claro llamado a la reflexión para que las naciones encuentres formas adecuadas de coexistir con los distintos ambientes.
Por otro lado, el gobierno colombiano también ha decidido tratarla como “la COP de la gente”, con vistas a integrar en la discusión a las distintas sociedades y culturas de los diversos territorios, entendiendo también que los paisajes son colectivos.
Resulta especialmente interesante analizar aquí la agenda que llevarán los representantes locales a este evento, teniendo en cuenta la postura tomada por las autoridades nacionales respecto de otros pactos internacionales como el Pacto Futuro, que dentro incluía cuestiones clave como la mitigación del cambio climático, que tiene un impacto directo sobre la biodiversidad.
Bichos de Campo contactó a Liliana Paniagua, secretaria ejecutiva de Redes Chaco, una red de más de 300 organizaciones del sector empresario, cooperativo y civil, que trabaja con especial atención sobre el bioma del Gran Chaco Americano, que se extiende por Argentina, Bolivia, Paraguay y Brasil.
“Esta COP, además de generar agendas, compromisos y marcos de acción sobre la biodiversidad biológica, genera también vínculos entre organizaciones y estados, que permiten ver el estado de los compromisos y las políticas públicas en marca. Los gobiernos que suscriben tienen obviamente un compromiso internacional firmado del que no te podés desligar fácilmente”, señaló Paniagua.
En este sentido, indicó: “Podés o no tener una posición con respecto a temas como el cambio climático desde un gobierno, pero no como Estado. El Estado argentino es un Estado que ha firmado este compromiso y va a tener que a la larga responder a estos compromisos internacionales”.
-El hecho de que Argentina haya aprobado una Ley en la que adopta este convenio internacional, ¿lo vuelve como uno de rango constitucional?- le preguntamos.
-Correcto, y eso hace que se excedan ciertas posiciones. En ese marco, nosotros como sociedad civil organizada, trabajando desde el territorio y teniendo como eje transversal el tema ambiental, el cambio climático y los sistemas productivos en pos de cuidar a la biodiversidad, vamos a asistir a eventos especiales para contar sobre nuestro bioma y compromiso. La sociedad civil siempre queda en una suerte de custodia de estos avances por más que pasen los gobiernos. Siempre estamos, estaremos y vamos a seguir estando. Nuestro rol es el de generar información, iniciativas, cálculos y vehiculizarlas.
A continuación, agregó: “El mundo va hacia esto, hacia proteger la biodiversidad. Más aún en lugares como Argentina, donde la biológica todavía se mantiene pese al avance de la deforestación y de la frontera agrícola, entre otros fenómenos”.
-A esta COP asistimos luego de que el gobierno actual rechazara el Pacto Futuro, que incluye dentro de sus puntos un renovado acompañamiento al Pacto de París sobre cambio climático. ¿Qué imagen te llevaste de eso?
-Yo creo que el mundo ya ha vivido estas posiciones en otros países como Estados Unidos, y en su momento con Brasil. Pensamos que esa es una posición política de un espacio político, pero no creemos que sea una posición del Estado argentino, porque consideramos que el Estado no es el gobierno solamente, sino también los habitantes, la sociedad civil organizada, la ciudadanía, las provincias. Somos un país federal y las provincias tienen sus propias políticas de conservación. Entonces, estos discursos y posiciones, lo son al momento de la letra. Detrás hay compromisos de rango constitucional y compromisos internacionales sobre los cuales tenés que responder como país. Podes tener un retroceso, podes tener una meseta, pero el mundo gira.
-Los cambios de gobierno no afectan al trabajo de estas organizaciones que integran, por ejemplo, la red de la que sos secretaria ejecutiva.
-Claro. Nosotros vamos a seguir trabajando en el objetivo de conservar la biodiversidad biológica. No estamos en contra de ningún gobierno, sin embargo, creemos que los gobiernos tienen sus estilos, sus formas y sus prioridades. Para nosotros la conservación de la biodiversidad, y estas políticas de vanguardia que siempre tuvo Argentina las vamos a seguir apoyando desde nuestro rol, que es aportar con iniciativas para que esto se cumpla. De todas maneras, el gobierno nacional tiene áreas que están trabajando en líneas que tienen que ver con la conservación de la biodiversidad y la bioeconomía. Es decir que el discurso va por un lado, pero las acciones del mismo gobierno van a tener que encajar para incluso atraer inversiones.
-El interés por atraer esas inversiones quedó cristalizada de la mano del RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones), que fue muy criticado por el impacto que podría sobre nuestro ambiente y recursos naturales la llegada de empresas que busquen explotarlos. ¿Eso cómo lo ven?
-Nos preocupa el dibujo libre. En lugares donde las reglas no son reglas, pasan cosas. Y por más que estén algunas legislaciones, es una política tan de dibujo libre que es bastante preocupante. Sin embargo, como digo, hay un cierto nivel de estándares que cumplen las empresas, sobre todo las europeas, que son en muchos casos las más preocupadas por algunos temas. Nos parece que va a haber un autocontrol de eso porque tener una mala imagen en un país como Argentina no le hace bien a las empresas. Entonces, vamos a tener que apelar a la ética empresarial, y muchas que están jugando en niveles internacionales, tienen sus mediciones y estándares muy altos. Vamos a tener que confiar más en eso que en las reglas que se pongan acá.
-Traes el caso de Europa y en las últimas semanas fue central en la agenda la cuestión de la normativa anti-deforestación que desde ese bloque buscan imponer, y que luego fue prorrogado por un año ante los reclamos de los productores locales. ¿Eso será tema también de la agenda de esta COP?
-Se lo va a tratar, sí. Sabemos que esos sistemas productivos son importantes. Pero también, por otro lado, son legislaciones que contribuyen también a los sistemas de conservación. Lo más importante es que las reglas del juego sean ganar-ganar para ambos lugares. Ahora, también hay que considerar que el mayor porcentaje de exportación argentina hacia afuera es a China, no a la Unión Europea. Entonces para nosotros, un tratado como el de Unión Europea-Mercosur donde ambas partes vayan por el ganar-ganar, es lo ideal. Nos parece que son reglas o leyes que tiene ese bloque que también generaron una reflexión hacia el interior de los mismos países que lo componen.
-¿Con qué ejes llegan ustedes desde Redes Chaco a este encuentro?
-Nosotros vamos con unas 20 personas más o menos, de los cuatro países, y tendremos tres eventos: uno de bioeconomía, uno de finanzas climáticas y otro de Paisajes Productivos Protegidos, que es un concepto que venimos trabajando con la idea de que el sistema productivo se puede unir con el sistema de conservación. Hasta ahora tenemos más de de 250 mil hectáreas en predios privados de empresas grandes de Argentina, como por ejemplo Ledesma, Arauco, las citrícolas, las yerbateras, que usan este concepto. Hoy por hoy unas 26 empresas de Paraguay, Bolivia, Uruguay, Chile y Argentina, están trabajando sobre esto.
“Creemos que hay sistemas, que los vamos a presentar ahora en la COP, que se pueden tomar en cuenta y que se pueden replicar para no generar esta contraposición. Los extremos siempre nos llevan a ciertos conflictos innecesarios. Por eso vamos a contar el bioma del Gran Chaco Americano, espacios que compartimos con la Amazonía, que son muy fuertes ahora”, añadió Paniagua a continuación.
Respecto de la asistencia de autoridades nacionales a este evento, según pudo confirmar Bichos de Campo, la cartera de Agricultura, Ganadería y Pesca no enviará representantes, pero sí lo hará la de Ambiente.