Federico Debona provenía de otro palo, el de la informática, pero empezó a interesarse en la nuez pecán como alternativa para diversificar sus ingresos luego de analizar junto a profesionales del INTA que lo suelos de Curuzú Cuatiá eran aptos para producir ese fruto seco. Bien planificado, su proyecto consistía en plantar 24 hectáreas y lo terminó de realizar en 2021, pero los incendios que azotaron la provincia de Corrientes el verano de 2022 fulminaron un tercio de esa plantación.
-Después de los incendios habrás dicho “se va al diablo la producción agropecuaria”. Me imagino que pensaste en desistir de todo.
-Fue un momento muy difícil, lo primero que pensé fue en desistir, vender todo y dedicarme a algo más fácil o más previsible. En ese momento se contactaron conmigo desde el gobierno, mediante el Ministerio de Producción, porque se habían enterado de mi caso a través de los medios, y ahí me enteré del Plan Pecán, que ya tenia dos años en curso y me ofrecieron en su momento ayudarme con plantines para replantar todo.
Es decir que Debona insitió. Convencido de que este cultivo es una opción valedera para los correntinos, hoy no solo está replantando sino que se ha hecho además coordinador en su zona del Plan Pecán, una política provincial que mediante la distribución de plantines tiene como objetivo fomentar la producción generando trabajo genuino para los productores de menor escala.
Mira la entrevista con Federico Debona:
-¿Corrientes tiene una política activa de fomento del pecán?
-Exactamente. Yo me sumé al plan como productor y empecé a trabajar con ellos como técnico. Se abrió la zona de Curuzú Cuatiá, que no estaba habilitada para el Plan Pecán, y empezaron seis nuevos productores. Ahora en febrero me ofrecieron la coordinación de todo el plan de la provincia y actualmente soy el coordinador de todo el plan.
-¿Y qué te lleva a querer contagiar a otros productores para que hagan pecán?
-Esto viene como una alternativa para pequeños productores o medianos. Técnicamente nosotros ‘pequeño’ le llamamos al de 10 hectáreas para abajo, y mediano de 10 hectáreas en adelante. Hoy en día lo que estamos promoviendo son productores de 10 hectárea en adelante y que tengan una alternativa a futuro, siempre abogando a que el productor en el corto plazo pueda generar algún tipo de recurso y que la nuez sea la alternativa a futuro para su desarrollo.
-¿El pecán puede convivir con la actividad ganadera?
-Sí, tal cual. Nosotros en Corrientes tenemos parcelas de tierra que son de 100 o 200 hectáreas. Alguien mediano tiene hasta 500 hectáreas. Ocupar 10, 15 o 20 hectáreas para el pecán no cambia nada la economía. Demanda poca gente para atenderlo. Tenes tiempo en el año para dedicarte a otras actividades, sobre todo en el invierno, para temas de hacienda.
-¿Y vos por qué te lanzaste a producir pecán?
-Lo hice como un hobby y una alternativa de negocio futuro. Conozco muy bien porque soy miembro del cluster, trabajo con ellos hace varios años y conozco el mercado, sé el futuro que tiene el pecán. Sé que nuestra zona se adapta muy bien al perfil de productor que nosotros lo denominamos inversor y que pone esto como actividad secundaria, que en un futuro puede llegar a ser una actividad principal. Mi visión de todo esto es que Corrientes tiene muchísimo potencial y con este tipo de plan que tiene actualmente funcionando, vamos a hacer una zona muy importante de producción de pecán en el futuro.