La secretaria de Comercio Interior, Paula Español, parece no haber aprendido casi nada de la triste experiencia de su antecesor en el cargo hasta 2013, el inefable Guillermo Moreno, al menos en lo que carne vacuna se refiere. Este miércoles emitió la Resolución 103/2020, con la que formaliza un conato de intervención en el mercado para poder controlar los precios de ese alimento al consumidor.
Del manual de los fracasos, Español dispone en esa resolución que los operadores formales de la cadena deben informarle cada fin de mes a la Secretaría a su cargo cada una de las ventas diarios de media res, cueros vacunos, así como el precio de venta y la categoría del animal del cual provengan esos productos. Es toda información con la que el estado ya cuenta, pero que se duplicaría. El sistema montado por la AFIP y la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (la ex ONCCA), ya aporta esos y muchos más datos.
“Créase en la órbita de la Subsecretaría de Acciones para la Defensa de Las y Los Consumidores dependiente de la Secretaría de Comercio Interior un régimen informativo respecto de todas las empresas que se encuentren inscriptas ante la AFIP (…) como actividad principal o secundaria bajo los Códigos 101011, 101012, 461032 y 463121 (…)”, dispone en su primer artículo la norma firmada por español.
Es decir todos los operadores de la carne, salvo los productores y los carniceros minoristas, deberán comenzar a informa sus precios a Comercio Interior: consignatarios, matarifes, frigoríficos, mayoristas, distribuidores.
Estos sujetos, según la resolución, “deberán, el último día hábil de la semana de cada mes calendario, informar a la cantidad diaria de kilos de media res y cuero vacunos comercializados, su precio promedio diario de venta por unidad de medida y la categoría de origen de tales productos”. Para esto, Paula ideó incluso una simpática y práctica planilla, cuyo modelo incluo publica:
¿Y qué hará Español con esa información? Por un lado, según el artículo 4 de la resolución, “podrá publicar periódicamente en su página web y con acceso público, los precios de referencia de venta de media res y cuero vacuno”.
Se supone que así el consumidor podrá consultar el precio mayorista no solo del kilo de milanesa que produce (en media res, claro) sino del cuero utilizado para hacer la cartera que utiliza.
A la distancia se intuye que la información sobre el mercado mayorista de la carne, que ya está disponible por bastantes carriles (a excepción del mercado del cuero) que son de acceso público, será de muy poca utilidad para los consumidores. Pero bueno, como a Moreno a Español le gusta tenerla.
En este contexto, quizás el filo de la resolución dictada por Comercio Interior esté en el artículo 7°, que aún así parece bastante inofensivo. Dice: “Encomiéndase a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (que también depende de Comercio Interior), la realización de una investigación del mercado de carne vacuna a fin de determinar la posible comisión de infracciones a la Ley Nº 27.442”, que es la de Defensa de la Competencia.
Será sumamente interesante esta investigación, que seguramente insumirá costosos recursos públicos: de allí saldrá la cantidad de productores (cerca de 200 mil), que comercializan en diveros mercdaos (Liniers concentra solo 12% de la faena), hacia más de 400 lugares de faena, que luego abastecen de carne a la población a través de unas 70 mil carnicerías. Cero concentración. La competencia casi perfecta.
“La presente resolución entrará en vigencia al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial y por un período de 90 días corridos, el cual podrá ser prorrogado en caso de necesidad”, definió la Español. No queda claro entonces cuándo hay que presentar la primera planilla: si en marzo o en abril. “El último día hábil de cada mes calendario” del que habla la norma es hoy mismo, miércoles 31 de marzo.
Maldición… Debe tratarse de un error. El primer error de una nueva serie de controles al mercado de la hacienda bovina. La segunda temporada.